C u a t r o

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C u a t r o

Estúpida ventana.


Suspiré cansada la caminar a casa con huevo y no sé que en mi pelo, lo toque y hice una mueca de asco, acomode mi mochila en mi hombro.

Mis hermosos, tiernos, perfectos -notese sarcasmo- amigos se les ocurrió festejar mi cumpleaños lanzandome todo en la cabeza como si... Osh, no sé a quién se le ocurrió esto pero los mataré cuando los atrapé.

Pobre mi pelo...

—Dicen que el huevo es bueno para el cabello—- escuche una voz detrás de mi, cuando voltee pude verlo caminar hacia mí con una enorme sonrisa.

¿Que hace aquí?

Suspiré frustrada y seguí mi camino hacia casa.

—Que bien —- susurre y una maldad cruzo por mi mente, me voltee hacia atrás y el ya estaba demasiado cerca, dió un paso y su nariz quedó frente a mis ojos-—¿Que haces aquí?-— pregunte.

Soltó una risa y se agachó un poco mirándome a los ojos, me aleje y el sonrió.

-—Voy a mi casa-— respondió poniéndose derecho.

—¿Caminando?-—pregunté y seguí mi camino seguida por el.

—Es saludable y no tengo que aguantar gritos ni nada por el estilo-— respondió y asentí mientras caminaba.

-—¿Vives cerca?-—pregunte volteandome y el sonrió mirándome.

-—¿Interesada en mí?-— pregunto levantando una ceja.

—No.

El soltó una carcajada y lo mire mal.

Cuando llegue él paso por mi lado y me miró antes de entrar a su casa que curiosamente estaba al lado de la mía.

Entre a casa y lo primero que hice fue ver mi pobre pelo lleno de huevo en el espejo.

-Llegue~- hablé fuerte.

-Aqui.- grito mi madre desde la cocina.

Fui a la cocina y me la encontré cocinando, volteo a abrazarme pero rió al verme.

-¿Que te paso?- pregunto con una sonrisa.

-Amigos. Y necesito mas ejercicio- dije dando la vuelta y subiendo las escaleras hacia mi habitación.

-Date una ducha y baja que ya esta el almuerzo- grito desde abajo.

Cerré la puerta de mi habitación y busque unos jeans y una blusa y me fui a dar una ducha, tarde como media hora quitándome la masa en mi cabeza.

Me vestí y peine mi pelo y pude ver por mi ventana, la ventana de Shawn al frente de la mía.

El estaba tocando la guitarra y cantando, no podía escuchar bien por la distancia entre las dos.

Termine de peinar mi pelo y baje a almorzar, suspiré cansada.

Llegue al comedor y mi madre ya había terminado de almorzar y tenía puesto su vestimenta de enfermera.

Me senté y la miré apoyando mi codo en la mesa y mi cabeza en mi mano.

-Me tengo que ir vuelvo mañana- dijo e hice un puchero -Lo siento hay doble turno Sam.

Me sentí realmente sola, mis hermanose hacían falta y extrañaba pelearlos y armar disturbios haciendo que los vecinos se enojen.

Le sonreí triste y ella beso mi cabeza.

Mi estupido vecino - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora