Márchate del todo

Te fuiste

Es triste  me decía a mi mismo, mientras miraba fijamente al agua que corría por el río.

Vengo al mismo lugar hace varios meses, en la misma fecha. Y la única razón son todos estos recuerdos que no te llevaste contigo, preguntándome siempre el ¿por qué?, o el sin tan solo estuvieses aún conmigo, de todos modos debía intentar parecer conforme.

Te fuiste y  juro que mi mundo cambio en su totalidad, te agradezco por todo lo que hiciste en mi, me enseñaste que la facilidad  es solo una fantasía creada por nuestros padres desde pequeños, te fuiste y me demostraste lo que significa sentir el amor, cada minuto que me ponía en agonía esperando volver a verte, o el finalizar de cada día con la ansiedad de hablar contigo hasta muy noche, imaginándote al otro lado del móvil sonriendo de las cosas tiernas que te decía, o de aquellos audios con risas sumamente chistosas, con la finalidad de que termines tu día de la mejor manera, conmigo. 

Pero te fuiste y también aprendí lo que se siente ser destruido, ser hecho cenizas y aun que intente parar todo este fuego que me quemaba el alma, no fui el gran bombero que la gente quisiera en su pueblo.

Todos los días el mismo parque, los  escenarios, la  ciudad,  la  heladería o la  plaza, todo me hacía recordarte. ¡Por que tuvimos que explorar cada centímetro de esta ciudad!, en busca de experiencias  que ahora solo quedaron en mi mente reprochándome el volver a verte. 

Ya era tarde, sumamente tarde y solo vine al mismo lugar en el cual te fuiste, a dejar un par de rosas, tal vez era un acto absurdo , pero a pesar de que ya te habías ido no perdí la esperanza de un día volver a estar junto a ti.

...

Eran las 3:00 de la mañana no he podido dormir, todos los días es lo mismo, recuerdo que cuando estábamos juntos a esa hora aún ni dormíamos, nos la pasábamos abrazados viéndonos fijamente el uno al otro, incentivando el besarnos apasionadamente.

Y eso me gustaba mucho, pero te fuiste y mis labios empezaron a secarse, a perder su color, a atormentarme día tras día  que te busqué y te bese.

Te me habías ido y una parte de mi lloraba tan profundamente, me ponía débil ,la razón de lo que soy ahora se había marchitado como una rosa cuando no es regada por su dueño, solo que yo, si la había regado todos los días.

Y los días pasaban y pasaban , con una lentitud agonizante, para mi esto era el infierno mismo. Verte conectada en las redes y no poder hablarte , cada día pensando si en verdad estás feliz ahora, si estas bien sin mi. 

Hoy no sería la excepción, será la misma rutina, extrañarte todo el día.

Me espera un largo día, de estar en mi casa preparándome para el regreso a las tan odiadas  clases de último año, aún faltaba un buen tiempo pero ya saben  las madres siempre nos  insisten en estudiar un poco, por si nos olvidamos de algo o bueno la  mía si.

(Dos semanas después)

Bueno no ha sido tan difícil, o bueno, la verdad si, pero he podido con todo esto. La verdad espero que el colegio me sea una distracción para no pensarla tanto, especialmente en su jodidamente hermosa sonrisa. 

Pero también tenía un poco de miedo, de seguro las clases solo me recordarían más a ella, en aquellas veces que nos escribíamos informándonos el uno al otro, mandándonos fotos de dibujos que solíamos hacer en nuestros cuadernos.

La verdad nunca me fue difícil superar a alguien, pero para todo existe una primera vez, el problema radica en que cuando quiero hacerlo algo me lo impide, de seguro fue esa manera tuya de amarme tanto , o mi manera de quererte como a nadie.

Mientras me alistaba lo pude ver, en el mismo lugar que lo suelo dejar cuando tengo que dormir, lo tomé y me lo puse, el mismo collar que desde hace 1 año y medio llevo conmigo. En verdad estaba listo para todo esto, para esta farsa de vida desde que te fuiste... Ni yo mismo lo sabía, pero si de algo estaba seguro es que trataría de pensarte menos, aquel collar era muy especial y me lo ponía por respeto a mi presencia, a mi ser.

El primer día de clases, y al terminarlas pasaría por su colegio y así todos los días , y todo sería como un gran bucle en el que tendré que conformarme con verte a veces, sin poder decir lo mucho que te extraño.