002.

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Riley

안녕~
Kyungsoo, 00:27am

Khé.
Riley, 00:30am

Significa hola en mi idioma.
Kyungsoo, 00:30am

Ahhhh.
Me gustaría aprenderlo, ¿Sabes?
Riley, 00:30am
Visto a las 00:31am
Vale, ya lo he pillado.
Riley, 00:32am
Visto a las 00:32am
Supongo que no quieres hablar o se te cayó el móvil en la cara.
Riley, 00:35am

Sí, si quiero hablar.
Kyungsoo, 00:36am (No enviado).

Antes de irte, ¿te gustaría ayudarme con las cajas de la mudanza mañana?
Riley, 00:37am

Por qué debería?
Kyungsoo, 00:37am

Porque te caigo bien ;).
Y además te di comida.
Riley, 00:37am

Bien, tú ganas.
Kyungsoo, 00:38am

Creo que voy a morir.
Debería dormir.
Riley, 00:38am

Descansa, Riley
Kyungsoo, 00:38am.

(...)

No me dió tiempo de responder el mensaje de Kyungsoo, y es que me había quedado dormida hasta un punto en el que ni siquiera recordaba qué había pasado al despertarme.  Al despertarme hice lo básico que hacía en casa, cepillarme, lavarme la cara e intentar sobrevivir. Salí a mi nueva cocina, mía de mi propiedad (que yo misma había comprado) y revisé los estantes y me dí una cachetada mental cuando caí en cuenta de que no había comida en éstos, ni enlatados, huevos ni nada!

No tenía opción.

—Kyungsoo?—hablé, con verdadero miedo a su respuesta.

Tienes que estar bromeando...—respondió con voz severa—, ¿qué quieres?

Kyungsoo, tienes idea de por qué llamé ayer al delivery?

—No lo sé ni me interesa, déjame dormir joder—ordenó

Uish, odioso—respondí—asómate a tu balcón, Soo—

¡Más te vale que sea importante!—gritó

Subí rápidamente las escaleras y me asomé por el balcón, en el cual se podía observar a Soo, con aspecto malhumorado y pequeñas ojeras, sus ojos estaban levemente hinchados, producto de las horas de sueño que se acaba de echar. Su cabello estaba desordenado, los mechones rebeldes estaban presentes, y a decir verdad, se veía gracioso.

¿Eso era lo que querías, eh? ¿Querías verme así?—dijo en tono burlón, solo entonces me percaté de lo que pasaba. Soo estaba en bóxers, solo en bóxers. Su cuerpo era tonificado, con abdominales muy marcados. Bíceps levemente hinchados, estaba segura de que su cuerpo había sido esculpido y perfeccionado por los dioses.

N-no seas imbécil jajajajaja, jamás querría verte así—solté nerviosa, con tal vez un poquito de miedo a su respuesta. Tapé mi boca de inmediato por la palabrota que acababa de decir. A Soo no pareció molestarle en absoluto, de hecho, sólo se limitó a soltar una risa muy corta, casi inaudible

¿Para qué querías que viniera aquí?—preguntó, echando su cabeza hacia atrás

—Soo, no tengo comida—susurré contra el teléfono, con mi mirada al suelo

¿Y ahora es que te das cuenta, Riley?—volvió a preguntar, con un tono fuerte

Ugh, sí. Un poco tonta, ¿no?—reí con nerviosismo—, no respóndas. Vale, solo necesito que me acompañes

—Una palabra que seguramente nunca has escuchado, nohizo énfasis

¡Vamos, Soo!—supliqué—, solamente debes ponerte algo, lo primero que encuentres, no tendrás que caminar, yo te llevaré en mi auto

—Mmmm...—dijo, pensándoselo—, si voy contigo, ¿dejarás de llamarme a las once pico del día?—preguntó, frunciendo su ceño—. Y además de eso, me vas a comprar un helado en McDonalds' 

Reprochó, para luego lanzarme una mirada acusadora, como niño pequeño, y por último, colgar. Groseramente cerró las puertas de su balcón y las cortinas que estaban detrás del cristal se extendieron, dejándome sin rastro alguno de Soo. Yo aún seguía con el móvil puesto en la oreja, mirando hacia los cristales

Jamás podría negártelo—

(...)

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2018 ⏰

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The girl from the windowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora