💀Estación Muerta💀

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Seúl, Corea 10/27/17 8:30 p.m.

En las afueras de la cuidad de Seúl se encontraba una de las tantas oficinas de uno de los hombres más poderosos y ricos de toda Corea, lo que diferenciaba esta oficina del resto era que en dicho lugar era donde lo malo sucedía; en pocas palabras, donde se realizaba y operaba su mundo de oscuridad.

En el interior de dicha oficina un hombre cuyos años de vida ya comenzaban a hacerse notar con unas leves arrugas y algunas canas en su oscura melena, se encontraba molesto, más que molesto, se encontraba encolerizado puesto que desde hace dos semanas le había perdido el rastro a Park Jimin junto con el resto de los mocosos, incluso el de su propio hijo. Donghyun no podía permitir que eso pasara, debía encontrar a Park cuanto antes, ese mocoso no podía desaparecer así como así. Sin pensarlo dos veces y de forma rápida agarró el teléfono que reposaba sobre su escritorio llamando a su recepcionista.

"Yoona."

"¿Si, señor?" Respondió la chica de nos más de 25 años, ésta tenía el cabello llegandole hasta su espalda baja, de color negro y unos hermosos ojos café oscuro. Yoona, al igual que todas las que estaban en su puesto, era totalmente ignorante e inocente a lo que sucedía en ese entorno; eso era algo que Donghyun cuidaba bien, ya que, sería una completa lástima tener que matar a tan linda chica si llegaba a saber sobre sus oscuros actos, cosa que había hecho con todas y cada una de sus recepcionistas anteriores.

"Llama a Minho a mi oficina, ahora."

"Si señor."

No pasaron ni 20 segundos cuando un chico de también 25 años vestido de manera formal, cabellos oscuros y ojos del mismo color; ingresó de forma apresurada a su oficina ubicándose frente al escritorio donde Donghyun mantenía un semblante tranquilo, a pesar de la rabia que dentro de él crecía, sus codos estaban apoyados sobre la madera, sus manos entrelazadas y sobre éstas reposaba su barbilla. El joven se encontraba nervioso, pocas veces era llamado a la oficina de su jefe y cuando eso sucedía era porque nada bueno iba a pasar.

"¿Me mando a llamar, señor?" Los esfuerzos del chico por parecer relajado fallaban estrepitosamente cuando fijaba su vista en el hombre frente a él y la apartaba rápidamente debido a lo oscura y tenebrosa que esta era ocasionándole cierto temblor y escalofríos por todo su cuerpo. Minho de alguna forma sabía que de esa noche no pasaría.

"El chico Park." Fueron las simples palabras del hombre mayor.

"No ha habido cambios señor, Jimin no se ha movido en estas dos semanas, sus tarjetas no han sido tocadas desde el mismo tiempo y tampoco ha cambiado de domicilio." El ceño de Donghyun se frunció.

"¿Qué hay de Min?"

"Lo mismo, señor." Ahora las manos que antes se encontraban sosteniendo su mandíbula se habían convertido en puños.

"Kim."

"Ninguno de los dos se ha reportado en sus respectivos trabajos en estas dos semanas, tampoco han utilizado sus tarjetas ni han aparecido en casa. La chica que cuida del pequeño dijo que no los ha visto desde el mismo tiempo que llevan sin presentarse en el trabajo, tampoco ha recibido mensajes ni llamadas de ellos."

"Jung."

"Señor, tanto los Jung como su hijo no han dado pista alguna sobre su paradero, es como si hubieran desaparecido de la nada. Hemos hecho todo lo posible por dar con alguno de ellos pero simplemente no sabemos donde están". Los nudillos de Donghyun se tornaron blancos por la fuerza aplicada y su ceño se hallaba de más de fruncido. Minho comenzó a sentir miedo por lo que podría pasar, sin duda alguna el que su jefe esté molesto no era nada bueno.

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