Capítulo tres.

236 13 2
                                    

-Mamá… ¿qué haces despierta? –Le pregunto mientras me rasco la nuca. Siempre hago eso cuando estoy nerviosa.

-Te hago la misma pregunta, hija.

No tengo escapatoria. Probablemente ya vio a Justin detrás de mí, del otro lado de la puerta, en el jardín.

Me apoyo sobre el fregadero que tiene apenas unos trastes sucios y suspiro lentamente, como si no hubiera tenido suficiente por el día de hoy.

-¿Quién era…?-Empieza a decir.

-¿De qué hablas? Probablemente sigas soñando. Sí, eso debe ser. Tienes mucho sueño…-Nunca fui buena mintiendo. ¡Te maldigo por esto, padre!

-Yo vi a alguien ahí afuera.

Se acerca a la puerta y gira el picaporte. Está cerrado con llave. ¿Cómo es eso posible?

Miro hacia la ventana que está por sobre la estufa.

Ya no hay nadie.

-No había nadie afuera mamá, sólo he venido a prepararme unas tostadas-le digo encogiéndome de hombros, y después le doy la espalda-. Creo que debes volver a la cama.

-Creo que tú también.

Se queda en silencio por unos momentos mientras yo me como lo que he preparado.

Mi corazón se detiene de pronto cuando escucho gemidos y ruidos extraños desde la sala.

Olvidé que Lisa estaba aquí.

-¡Mi Dios! –Exclama mi madre acercándose de pronto a mí. Reprimo una risita-. ¿Qué es gracioso?

-Mamá, es sólo Lisa-le tranquilizo poniendo mis manos sobre sus hombros, acariciándolos de arriba abajo.

-¿Qué está haciendo ella aquí? Pensé que habían tenido una pelea-murmura saliendo de la cocina hacia la sala.

“Yo también”, pienso. Doy pasos rápidos hacia ella quien ya se encuentra poniéndole la mano en la frente de Lisa.

La miro por unos instantes: está tan pálida como un muerto y las únicas señales de vida que ha dado hasta ahora son unos ruidos para nada humanos.

-Sobredosis-murmuro.

-¿Qué? ¿Cómo sabes tú de eso?

-Yo… lo vi en Internet.

Genial. De pronto empecé a actuar como Timmy Turner al decir que todo lo sé y lo saco de Internet.

Deslizo mi mano hacia la mejilla de Lisa: está hirviendo.

-Necesito un trapo húmedo… Yo…

Desesperada y sin saber qué hacer, corro hacia mi habitación en busca de mi teléfono móvil. No lo encuentro por ningún lado hasta que rebusco entre mis sábanas. Intentar dormir con él es peligroso puesto que a veces hace tanto calor que las hago a un lado y mi teléfono sufre varios accidentes al mes.

Miro a mi derecha, donde está mi armario, y a lado de él hay una ventana. Lo diferente es que está abierta. Yo nunca abro las persianas ni las ventanas por la noche debido a los diferentes animales que de vez en cuando se escabullen por ellas. Y lo único que pienso, y que es racional, es que Justin puede seguir en mi casa. No pudo haberse ido tan rápido.

-¿Justin…?-Empiezo a decir con susurros.

Escucho ruidos dentro del armario. Giro el picaporte, sabiendo que él puede salir de ahí.

Mi corazón da un vuelco en cuanto veo su precioso cabello marrón claro salir por la puerta.

M-i-e-r-d-a. ¿Qué es el control mental?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 21, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Savior |-always♥|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora