El timbre de la casa sonó.
Una niña ojiazul, con cabello negro,suelto y rizado baja corriendo las escaleras, mientras grita:
-Mami, mami, mami.
-¿Por qué tanto griterío? Estoy en la cocina Suzanne.
-Puedo,puedo...-grita más duro mientras se adentra en la gran cocina.
-¿Si?-pregunta la madre,sujetándola de sus hombros,tratando de calmar a la niña.
-¿Puedo salir al parque con mis amigos?-dice la niña suplicante y con un gran brillo en sus ojos.
-Vale,pero quiero que estés aquí antes de las seis. Saldremos los tres a cenar. Hoy es un día especial.
-¿Qué celebraremos?
-Ya lo verás, ahora corre o cambiaré de opinión jovencita.
La niña obedece y sale corriendo hacia la entrada de la gran mansión.
-¿Y, mi beso?-grito la madre antes que la niña cierre la puerta.
Corre de regreso y planta un beso enorme en la mejilla de su madre y con la misma rapidez vuelve a salir.
-Seis de la tarde aquí ,Suzanne-le grita, pero la niña ya había cerrado la puerta.
Cuando la madre acaba de secar su cabello, se da cuenta que ya hace mucho que partió la niña. Revisa el gran reloj dorado que adorna su muñeca. Son las seis y veinte y Suzzane aun no ha regresado.
Se asoma por la ventana y divisa el parque, que queda justo al frente de la gran casa. Logra ver a todos los amigos de su hija, pero no hay señales de la niña.
-¿Y ahora dónde se habra metido esta niña?-se pregunta a ella misma en voz alta mientras se pone una de las batas que colgaban tras la puerta de su recámara.
Baja las escaleras,toma las llaves que siempre estan en una mesita pequeña al costado derecho de estas y se dirige hacia la puerta.
No es la primera vez que Suzzane le hace esto,asi que su enojo es mucho mayor que su preocupación.
-Ya me va a escuchar esta niña-refunfuña entre dientes la mujer mientras baja las gradas de la entrada y se dirigue al parque.
Mientras camina, puede ver a una de las mejores amigas de su hija, Jennifer.
-Jenn ¿No has visto a Suzzane?-le grita, antes que la jovencita se adentre más en el parque.
-Si,señora, estuvimos jugando pero ella ya se fue hace un buen rato de aqui.
-¿Cómo que se fue? ¿A dónde? ¿Con quién?
La preocupación se torna mayor que el enojo. Su hija ya le había hecho esto, pero siempre la secuaz de sus travesuras y escapadas ha sido Jenn y ahora la niña estaba en frente de ella y su hija no aparecía.
-Pues con un señor, que dijo que era mmmm su tío o algo así.
-¿Qué? Pero eso no puede ser. Suzzane no tiene tío, ¿Quién era ese señor?
Esta vez la mujer se inquieta bastante,toma a la niña de los hombros y se agacha hasta que esta a su mismo nivel para poder escucharla mejor.
-No lo sé. Yo tampoco lo conozco, vino en auto negro, se bajo a conversar con Suzzane y luego le compro un helado.
-¿ Y luego?
-Luego se subieron a ese mismo auto negro donde vino ese señor y se fueron por la calle de ahí-dijo la niña indicando la pequeña calle que desembocaba a la avenida principal.
-No,no,no-dijo la mujer incorporandose y agarrandose la cabeza fuertemente. -Eso no puede ser, no es verdad.
El pánico y la ansiedad se habían apoderado por completo de la madre. Sentía como un gran nudo se formaba en su garganta y un gran vacío se formaba y se esparcía por todo su cuerpo y de repente solo salió corriendo.
-Señora, ¿No ha visto a mi suzzane?-estaba jugando aquí con sus amigos, ¿Si se acuerda de mi hija ,verdad?-le pregunta a una de sus vecinas que caminaba por el parque.
-Si señora pero no la he visto por aqui, perdóneme.
La mujer empieza a ver en todas direcciones, tratando de buscar a su hija entre las decenas de niños que jugaban en aquel parque, mientras jaloneba de su propia melena.
Empieza a caminar por todo el parque y hace la misma pregunta a todos los vecinos que encuentra en su camino pero las respuestas siempre son las mismas.
La mujer ya no puede más y siente como su corazón se estruja más y más. La desesperación se ha apoderado de su mente y su cuerpo.
-¡Dios mío,mi hija!-grita,mientras se arrodilla ahí en medio del parque y rompe a llorar.
