Don't touch me ;; KiHo

Trust pt.2

La confianza en la pareja fue desarrollándose poco a poco. Kihyun no podía parar de pensar en la sensación que le dieron los labios de Hoseok en ese primer beso. Habían pasado años desde la última vez que besó a alguien, y lo recordaba como algo que le causaba asco. Sin duda las cosas cambiaron considerablemente, en un buen sentido. Y eso que solo había sido un pequeño choque de labios.

Pensó durante algunas semanas en volver a repetirlo. Ansiaba volver a hacerlo. Pero no lograba reunir la fuerza de voluntad necesaria, ni siquiera sabía como la había reunido en primer lugar. Tal vez y el soju de esa ocasión le ayudó mas de lo que se esperaba.

A la mañana siguiente Hoseok mostró una deslumbrante sonrisa que Kihyun nunca olvidará. Ese brillo en los ojos de su pareja le hizo feliz, por que él mismo fue el causante de esa felicidad y quería que esa sonrisa nunca dejara el rostro del de cabello bicolor.

Pero Kihyun seguía teniendo sus dudas, o más bien inseguridades. Las cosas con Hoseok se estaban tornando serias y el menor sabía que cada día que pasaba se perdía más ante el mayor. Una parte de él no quería seguir con más besos o toques por que ese era como su seguro, en caso de que algo malo ocurriera en la relación;  así Kihyun aún podría seguir adelante si no le daba todo de sí a Hoseok.

Sabía que estaba siendo egoísta, sin embargo durante toda su vida había tenido que apañarselas por su cuenta y estaba acostumbrado a funcionar de esa forma. Era su mecanismo de defensa.

Con exactamente los mismos pensamientos en mente Kihyun pasó un par de semanas debatiéndose entre entregarle o no a Hoseok su última reserva de seguridad.

Evidentemente perdió, cayendo en cuenta de que Hoseok lo valía sin importar qué.

Así que lo hizo. A paso lento, pero lo hizo.

Nunca imaginó cuan bien se sentiría entrelazar su mano con la de alguien, la suavidad y calidez que eso podría hacerle sentir. Se volvió la costumbre favorita de Kihyun.

Los besos empezaron siendo cortos y en la mejilla, la mayor parte del tiempo era Hoseok quien se los daba a Kihyun, porque aún disfrutando el contacto, en la sangre del pelirosa estaba el no ser muy afectivo -la mayoría del tiempo-, exceptuando los momentos completamente a solas, en ocasiones Kihyun sentía auténtico el sentimiento de mostrarle afecto a su pareja.

Los abrazos tardaron un poco más en ser tolerables para Kihyun, pues Hoseok tendía mucho a llegar y abrazarle por detrás rodeandole la cintura, pero el problema era que para el momento en que Kihyun reaccionaba que era su pareja, inconscientemente ya había soltado algún golpe al aire o apartado lejos. De cualquier forma, el mayor cambió su costumbre y ahora llegaba por un lado, envolvía a Kihyun en un abrazo y generalmente dejaba un beso en su mejilla. Para el menor era imposible no sonrojarse. Todo el cariño que Hoseok le entregaba le hacía sentir extraño, de una buena forma; nunca se acabaría por acostumbrar.

Sus amigos en ocasiones bromeaban y de más sobre todo lo que Kihyun había cambiado. En especial resaltaban que gracias a Hoseok, Kihyun se había vuelto blando.

Les dejó de hacer comida por los siguientes tres meses.

En ese punto ya no se sentía invadido cuando Hoseok le tocaba. Confiaba en Hoseok.

✨

Esa misma noche la pareja tenía planes de salir, la escuela de Kihyun y el trabajo de Hoseok les había tenido separados las últimas semanas. Desafortunadamente -mentira, el mayor estaba encantado con el cambio de planes- una de las últimas lluvias de otoño había decidido caer poco antes de que estuvieran fuera de la casa, así que se vieron obligados a quedarse ahí por el resto de la noche.