An Apology

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La infancia de Yoo Kihyun no estuvo ni cerca de ser convencional.

Cuando era bebé, por lo que su madre le había llegado a contar, siempre fue un niño muy reservado, tímido con las personas nuevas, nunca fue apegado con nadie de la familia y siempre se quejaba cuando alguien llegaba a mostrarle cariño de forma física, como un abrazo o incluso palmadas en hombro. El pequeño Kihyun nunca comprendió la razón hacia el desagrado a tener contacto físico con otras personas, puesto que solo era un niño y nadie en su familia parecía tomarle importancia al asunto; ellos alegaban que solo era un niño y eso cambiaría con el tiempo.

Para sorpresa de todos -y en parte desgracia de Kihyun- eso no cambió con el pasar del tiempo. Eventualmente el tener contacto con otras personas solo se volvió soportable viniendo de su madre o alguien que lograra transmitir la suficiente confianza.

La etapa más difícil para el castaño; en definitiva había sido la adolescencia. Cuando las hormonas están apenas surgiendo y es difícil pensar claramente, cuando todos están desesperados por encajar en algún lugar cueste lo que cueste para sentirse normales y aceptados; cuando haces cosas sin pensar solo por creer que eso hacen las personas normales.

Algo así fue lo que pasó con Kihyun.

Toda su adolescencia trató de ocultar su pequeño problema, intentó obligarse a sí mismo a soportar ese sentimiento que lo atormentaba cada que alguien llegaba a tocarlo o a invadir de más su espacio personal. Llegó a tener algunas amistades que no duraban mucho debido a que el estilo de vida de Kihyun era un tanto diferente -por no decir raro- para ellos y no estaban dispuestos soportarlo.

Eso desde luego fue un golpe muy duro para Kihyun tomando en cuenta que lo único que buscaba era encajar un poco y sentir que de alguna forma era normal. Incluso llegó a tener una corta relación que llegó a su fin después de cinco días ya que no soportaba besar a su novia, o incluso tomarla de la mano.

Nadie parecía entender lo que Kihyun buscaba en una amistad y él estaba empezando a desesperarse respecto al tema.

No fue hasta que en su último año antes de entrar a la universidad; Lee Minhyuk llegó como estudiante transferido a su escuela y entonces Kihyun empezó a recuperar poco a poco las esperanzas por tener una vida relativamente normal.

Minhyuk le ayudó en varios aspectos, y con el tiempo fueron formando un círculo de amistades, uno en el que todos estaban al tanto y cuidaban que Kihyun se sintiese lo mas como posible. Jooheon, Hyunwoo, Changkyun y Hyungwon fueron los únicos en toda la escuela que desde que conocieron a Kihyun nunca lo hicieron de lado, y esa relación se conservó intacta incluso cuando llegó la hora de ir a la universidad.

Para ese momento Kihyun ya había dejado todas las inseguridades detrás. Seguía evitando cualquier contacto físico con cualquiera, sí, pero había llegado a la conclusión de que eso no debería representar un problema bajo ninguna circunstancia; puesto que cada persona era diferente y por lo tanto todos debían tener estilos de vida diferentes y Kihyun no era la excepción, solo que el suyo estaba ligeramente más marcado.




Ese mismo día, Kihyun no iba del mejor humor precisamente. Había recibido la frustrante noticia acerca de hacer un proyecto que le robaría todo el resto del día y muy probablemente algunas de sus preciadas horas de sueño si quería pasar con una buena nota la materia.

Así que, cuando Shin Hoseok se acercó y rompió directamente los limites de su espacio personal; no lo pensó demasiado y sencillamente le lanzó un golpe directo a la cara, aunque dos segundos después estuviera rogándole al pálido su perdón por haberle agredido de esa manera.

Kihyun ya había visto anteriormente a Hoseok rondar cerca de donde él estaba. En ocasiones lo atrapaba espiandolo y no le causaba nada más que ternura, sin embargo nunca consideró llegar a hablarle o que el pálido llegase a hacerlo. Y estuvo muy sorprendido cuando pasó.

—En verdad lo siento, Hoseok – se disculpó una vez más Kihyun con el rubio mientras veía como este limpiaba la poca sangre que aún salía por su ahora inflamado labio. El menor prefería mantener la cabeza baja en señal de mero arrepentimiento.

Ambos después de lo sucedido habían decidido mutuamente salir de los terrenos universitarios e ir a un parque muy cercano solo a sentarse y que Kihyun pudiera cerciorarse de que el rubio no tuviera una herida grave.

—Yo soy el que lo siente Kihyun, creo que debí adivinar que no te gusta que te toquen teniendo las señales a simple vista... Me siento algo estúpido – dijo el rubio mientras reía amargamente mirando a la nada.

—B-bueno, los accidentes pueden pasar Hoseok, pero yo solo te golpeé por que estaba enfadado en ese momento, no porque me tocaras, eso generalmente solo me altera y en ocasiones llego a soltar un manotazo inconsciente... Pero nunca un golpe – contó Kihyun y pudo sentir como el rubor en sus mejillas comenzaba a subir, a lo cual el rubio no pudo evitar encontrar realmente tierno y sonreír ante ello.

—Supongo que si lo veo desde el punto de vista optimista... creo que es bueno ser el que marcó una diferencia – si, Hoseok estaba intento coquetearle a Kihyun después de haber recibido un golpe de su parte.

El menor no supo que responder, más que sonreír de lado con un poco de incomodidad y luego agachar un poco la cabeza apenado. La última vez que alguien llegó a coquetarle había sido años atrás y ni siquiera en esa ocasión supo que contestar, así que, Kihyun se encontraba bajo terrenos nunca explorados a los cuales no tenía ni la más mínima idea de como pasar.

—Y-yo ya debo irme... Tengo un proyecto que terminar y solo tengo hoy para hacerlo – dijo Kihyun. En realidad no estaba del todo seguro del porqué dijo lo último viendo que no había necesidad de hacerlo, pero sintió que debía después de haber golpeado al chico y hacerlo sangrar, al menos debía darle una explicación de porqué ahora lo estaba abandonando.

Hoseok simplemente asintió y bajó la mirada algo desganado. Kihyun se despidió y luego se dispuso a irse del lugar.

Se levantó de la banca en la que estaba, acomodó su mochila en sus hombros y finalmente comenzó a caminar rumbo a su hogar.

No dió mas de diez pasos cuando escuchó como Hoseok se levantaba apresurado y por instinto se giró para verificar si también se estaba yendo del lugar, pero se topó con la sorpresa de encontrarlo detrás suyo, solo que esa vez no hizo algo que invadiera su espacio personal.

—Kihyun ¿saldrías conmigo?

Don't touch me ;; KiHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora