Parte 1 Nueva vida

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Nuestra pequeña Marinette estaba despertando gracias a uno rayos de sol que al parecer provenían de una ventana, sus párpados le pesaban de la misma manera que su cuerpo. Cuando logró visualizar bien que se encontraba en un hospital, no recordaba como había llegado allí pero le dolía mucho la cabeza.

La azabache después de ver que estaba en un hospital vio a su madre durmiendo, así que no quizo molestar, pero una duda se creó en aquella chica; ¿qué hacía en ese hospital?, ¿por qué tenía cables conectados a ella? Y ¿desde cuando está allí?. Mientras pasaban los minutos esas preguntas no dejaban la mente de la chica, pero como arte de magia su madre despertó.

-Hija, por fin despertaste, me tenías muy preocupada- dijo la madre de la azabache.

-Pero mamá... ¿Qué me pasó y por qué estoy aquí?,

-Pues en la escuela te desmayaste a causa de tu enfermedad, al parecer tus compañeras te estaban molestando e hicieron que te alteres, haciendo que tu respiración se aguaitara mucho y te desmayarás - le respondieron acercándose a su hija y mirándola con unos ojos cristalinos.

-Ah - musitó la azabache sobándose su cabeza - ya estoy recordando, pero ¿cuánto tiempo estuve dormida?

-Solo dos días. Durante esos dos tu médico nos dijo que tenemos que mejorar algunos tratamientos, pero estos solo se encuentran en las ciudades y la más cercana tú sabes que es París, - mientras la madre seguía hablando Marinette solo asentía de manera lente para analizar todo - entonces tu padre y yo hemos pensado mudarnos allá para poder mejorar tu estado de salud.

Después de que la señora Dupin-Cheng terminará de hablar hubo un silencio en toda aquella habitación, pero no un incómodo silencio, sino uno que hacía que la azabache pudiera procesar todo lo que le habían dicho.

Povs. Marinette.

Después de que mi mamá me dijera aquella idea me quedé pensando sobre las consecuencias que esto traería, por ejemplo dejaría algunos amigos del vecindario, mis padres tendrían que buscar un empleo, pero sé que si tomo esto sin renegar haría sentir a mis padre más tranquilos puesto que ello siempre han querido que mejore y ya no quiero hacer sentir mal a mis papás.

-Mamá, sé que piensas que me pondré furiosa, pero si crees que eso me ayudara en mi salud no me opondré - dije tomando la mano de mi mamá - además podré conocer a nueva gente y ya no habrá necesidad de que tengan lastima de mi.

-¿Enserio hija? Muchas gracias, se lo diré a tu padre y cuando te den de alta nos iremos de inmediato. ¿De acuerdo hija? - lo cual solamente asentí con la cabeza.

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Ha pasado 1 semana desde que me desperté en el hospital, pero desde ese día sentí que durante el tiempo que estaba en cómo tuve un sueño muy extraño de superhéroes, pero mi mente no llega a recordar más que eso, entonces no le tome mucha importancia. Por fin el día de hoy, el médico me dijo que me darían de alta y me daría una receta para el viaje y unos cuantos días en París, puesto que la enfermedad había aumentado y se había hecho más fuerte.

Me encontraba sentada en la camilla con un atuendo espantoso y que me ha estado persiguiendo durante mucho tiempo, creo que para la próxima me haré mi propia bata; ya que esta lucia demasiado simple con un color entre blanco y beige, y no tenía ningún diseño creativo; mientras seguía pensando en la idea de hacerme la bata, una enfermera entro a mi cuarto con una ropa.

-Señorita Dupain, le he traído un poco de ropa para que se cambie, en estos momentos su médico fue con sus padres para que firmen los papeles y le den de alta - dijo la enfermera - en unos minutos sus padres vendrás y entonces ya podrá irse del hospital y también de Londres.

-Oh, muchas gracias. Extrañaré mucho ah este lugar y también a ti Yaneth por cuidarme desde pequeña y tenerme paciencia.

-No fue nada señorita Marinette.

-Ya te he dicho que no me digas señorita, me hace sentir que ya soy adulta.

-Ok, pero para tu noticia ya casi lo eres, ya casi cumplirás los 18. Entonces Mari, pues espero vernos en un futuro, pero no sea para nada malo o grave.

-Yo también -en ese momento abrace a Yaneth y algunas lagrimas salieron de mis ojos - bueno... Creo que entraré al baño y me cambiaré para ir con mis papás.

-Esta bien mi niña.

Después de que Yaneth se separó del abrazo me metí al baño y cambiarme, cuando salí encontré al doctor y solo me dijo algunas cosas para el viaje ya que sería mi primera vez que salgo de la ciudad y no se sabe que reacción pudiera generar mi enfermedad.

Media hora después de haber hablado y despedido de mi doctor nos dirigíamos a mi casa a recoger mis maletas ya que mi mama las había preparado, dentro de ellas hija casi todo lo que necesitaba, mis medicamentos, mi ropa, algunos cuadros que pude hacer cuando era pequeña y aunque suene raro mis peluche; sé que a mi edad es muy raro que una chica tenga peluches, pero para mí tengo tendencia a comprar más peluches que maquillaje.

Observe por último momento lo que dejaba atrás, puede que no sea mucho pero aquí pase momento que jamás volverán, risas que jamás escuchare y llanto que no recordare; espero que este traslado no sólo sea para mi salud, también para mi persona, conocer a nueva gente, que mis padres se queden más tranquilos y que no haya más malos momentos que lleguen a afectarnos. Cierro la puerta y don un último respiro, el cual no es de cansancio si no, uno de ello el cual es para decir dar un pausa para recibir una nueva vida.

Subo al auto que me llevaría a mi nueva ciudad, conocida como la ciudad de la luz o mejor la ciudad del amor. Correcto me iré a París, no sé que nos espero, lo único que sé es que será una nueva aventura. 

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2020 ⏰

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