Y es que yo siempre he admirado a esos que pueden olvidar rápido, que no les duele nada y que no les importa en lo absoluto si les duele alguien. A mí me duelen todas y cada una de las cosas que gastamos intentando querernos. Hay personas que sólo pasan una vez en la vida y que cuando se van, por castigo o por condena, las recuerdas para siempre.
