Alianza & Guerra [Larry y Ziam]

Niall

Este chico es realmente raro, pero estoy seguro de que le puedo sacar algún tipo de provecho. Está despeinado, tiene el pelo con muchos rizos y su ropa tiene un aspecto lamentable. Le he sacado del supermercado, más que nada porque no creo que encuentre nada útil, yo me lo he llevado casi todo, seguro que queda algo (además de lo que de momento, mantengo en secreto), pero ya vendré yo a por ello, se ve que Harry no se lleva muy bien con los zombies. Le he traído a mi "guarida secreta" Es un edificio que está un poco más a la derecha de la tienda. No está en mal estado, las tuberías no están dañadas, así que aquí queda agua potable. Lo que si que no hay es luz, pero eso se puede arreglar con unas cuantas cerillas o encendiendo un fuego, si es que encontramos material con el que provocarlo.

No es que me guste mucho la decoración que tiene, pero tengo que dar gracias porque soy de los pocos afortunados que no tiene que buscar reservas líquidas o sólidas por todos lados. Claro, de momento, porque estas se acabarán algún día. La mayoría de la gente, si ahora estuvieran en mi lugar, habrían matado a Harry para no tener que compartir nada con él, pero...¿para qué te sirve vivir si no tienes a nadie con quien compartir nada? Si os digo la verdad me alegra haber encontrado a un superviviente, pensé que ya no quedaban en esta zona. Al menos aquí no han tirado tantas bombas como en otros lados, ya que no es un área en la que reinaran los zombies, aunque ahora sí... No sé si se arriesgarán a lanzar una aún con el riesgo de haber civiles aquí, pero visto lo visto, ya no descarto nada, aunque rezo por equivocarme.

La verdad es que durante todo este tiempo me he encontrado con bastante gente, pero todos han muerto de una forma u otra. Casi todos por los zombies, cuando yo no les he podido proteger o estaba lejos de ellos en aquel momento, menos una chica. Para mi gran sorpresa, me intentó matar, casi no hablaba conmigo, parecía que era muy seria, no me contaba absolutamente nada sobre su vida o ella. Solo supuse, que no era muy habladora, o estaba traumatizada por lo ocurrido, no quise forzarla a decir nada. No duró ni 2 horas conmigo cuando me intentó quitar mi pistola; lo habría logrado si no llega a ser porque la tenía guardada en el bolsillo trasero de mi pantalón, y al movimiento repentino de la chica, que se había esforzado en levantarse y venir corriendo hacia mí como si le fuera la vida en ello, me había alarmado, así que antes de que la tocara, le pegué un tiro en la frente.

No sé por qué razón lo hizo, estaba dispuesto a cuidarla, a compartir provisiones con ella como hice con todos los demás, nadie había intentado quitarme la vida, y menos de esa forma tan descarada. Aún a día de hoy, sigo sin entenderlo, y creerme, pienso mucho en esa muchacha. Era guapa, tenía el pelo largo, castaño y aparentemente sedoso. Se notaba que en el pasado lo había cuidado con mucha sutileza, aunque en ese entonces lo tenía algo sucio. Me había embelesado con su aspecto, porque a pesar de que estuviera en malas condiciones por toda esta guerra, su belleza no se quitaba así como así. Intenté ser lo más amable posible con la chica, pero eso no evitó que hiciera lo que hizo (o mejor dicho, intentó) 

Pero mi conciencia está bastante tranquila sabiendo que lo que pasó no fue mi culpa, la verdad, me relaja que la actitud de Harry no se parezca en nada a la de aquella muchacha, parece muy amable aunque esté medio loco, como ya he mencionado antes. Le llevo a la casa en la que actualmente me alojo, ya llevamos diez minutos andando, parece que está un poco paranoico, mirando para todos lados, como intentando reconocer algún edificio.

  —¿En serio crees que vas a reconocer algo? —Harry se altera y responde repentinamente.

  —Bueno, realmente no, pero por probar...Además, ¡quiero saber hacia donde nos vamos, no me has dicho nada! 

  —Ahhh~ —Canturreo un poco para molestarle. —Eso es una sorpresa, ¡quizá te lleve a un matadero para comerte cachito a cachito después! —El chico se altera aún más y se encoge ante esta nueva posibilidad que le he dado, debo calmarlo de alguna forma, es comprensible que aún esté asustado. —Vamos...vamos...Era una simple broma. Si hubiera querido matarte, no me hubiera complicado la vida, y te hubiera dejado pudrirte en el supermercado antes. Tampoco es tan difícil de comprender.