LOVE YOURSELF - YOONMIN -

15

[Sorpresas...] 

-ahora retiraremos la venda, el doctor dijo que abras los ojos con cuidado. - Jimin escuchó la voz de su madre. 

Sentía como la venda era retirada de sus ojos, lo primero que vio fue una pared celeste con líneas azules, y luego miro a las personas que tenía enfrente. 

Las lágrimas cayeron por sus mejillas, por primera vez en años vio los rostros de sus padres. 

Rápidamente se abrazó a su madre y está correspondió el abrazo rápidamente, luego abrazo a su padre. 

-ah, Jiminnie - su madre sonrió mientras acariciaba su mejilla. 

-p-puedo ver mamá, puedo ver... 

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Se sentía nervioso, casi se había olvidado de como eran los colores, y lo que más miraba mientras estaba en el avión, fueron las nubes. 

Tan lindas como las recordaba. 

Y pensaba que Yoongi también era lindo, aunque entendía que había cambiado tanto. 

-ya estamos por llegar - escuchó la voz ansiosa de su madre. 

Okey ¿qué estaba sucediendo? Sus padres estaban actuando raros. 

Prefirió no preguntar y en cambio intento imaginarse a sus amigos, como eran físicamente. 

-¿quieres? - volteó a ver a su madre que Le extendía un paquete de gomitas de osito 

-hyung... - susurró recordando la golosina favorita del mayor. 

-¿eh? 

-oh, si, gracias. - rápidamente aceptó el paquete y lo abrió para comer 2 o 3,y luego guardar el paquete en el bolsillo. 

A propósito, ¿cómo se encontraba Yoongi? Desde que se fue no sabia cosas de él.

¿Será tan blanco como se lo imaginó? ¿Tan lindo? ¿Sus labios serán finos? ¿Sus ojos pequeños? No lo sabía, pero presentía que si. 

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-¡vamos,vamos vamos! ¡Jiminnie ya está por llegar!-grito Jin arrastrando a los demás. 

Como toda madre emocionada. 

Esperaron durante 30 minutos ¿por qué tardaba tanto?

Estaban es un silencio cómodo, hasta que un grito los asustó a todos. 

-¡JIMINNIE! - grito Jin a todo pulmón mientras corría a abrazar al menor que por fin había aparecido. 

Jimin correspondió el abrazo inmediatamente, sabiendo que era Jin. 

-¡te extrañe tanto, hijo mío! ¡Tanto tanto! 

-¡yo también omma! - lloriqueo abrazándose al mayor. 

-oye... - murmuró - Yoongi te está esperando. 

Jimin sintío sus mejillas enrojecerse. 

-¿quieres verlo verdad? 

Jimin asintió, realmente se sentía nervioso al respecto. 

Pero ¿donde estaba Yoongi? 

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Si pudiera gritar, ya lo habría hecho. 

Se reprendió a sí mismo cuando al despertar vio la hora en el reloj de su mesa de luz. 

Si, llegaba tarde el día que prometió estar allí. 

Rápidamente de levantó, se labo los dientes y la cara, salió rápido del baño y abrió su armario, tomo un Jean negro con una camisa a cuadros azul, sus zapatillas negras y luego de cambiarse a la velocidad de la luz y de arreglarse el cabello corrió escaleras abajo. 

Su corazón palpitaba a mil, por primera vez se había puesto lo mejor posible para Jimin. 

Pero no contaba con el echo de que apenas abrir la puerta se chocará con algo, o alguien. 

Rápidamente levantó la vista desde el suelo, ya que había caído sentado. 

Jimin.

Rápidamente el olor a golosinas inundó las fosas nasales del menor, este también levantó la vista y se encontró con Yoongi. 

-hyung... - murmuró extrañado. 

Yoongi estaba sorprendido, pero no podía decir nada. 

Para Jimin era... Tan...¡ugh! ¡Tan lindo y hermoso como lo imaginó! ¡Tan perfecto e irreal! 

¿En qué lío sale había metido su corazón? 

Yoongi fue el primero en reaccionar y se levantó, ayudando a Jimin. 

Rápidamente lo encerró entre sus brazos firmemente y sin lastimar lo. 

Las lágrimas amenazaban a Jimin con salir, por primera vez en mucho tiempo sintío la seguridad que tanto necesitaba y que solo Yoongi era capaz de brindarle. 

-estoy bien - murmuró con un hilo de voz,y aspiraba el aroma del mayor. 

Yoongi posó su mano sobre los cabellos de Jimin, y dejó leves caricias. 

Por fin tenía a su pequeño en brazos, y no planeaba dejarlo. 

-te extrañe tanto. 

Yoongi sólo se mantuvo quieto y se separó un poco de Jimin, lo suficiente como para mirarse a lo ojos. 

Esos ojos oscuros, tan opacos y a la vez tan brillantes, podía ver una galaxia entera en ellos, y a la vez un mundo vacío, simplemente perfecto. 

Nada podía arruinar este hermoso momento que estaban teniendo, absolutamente nada. 

-¡Jiminnie! ¡Volviste! 

O quizás si.... 

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Perdón por ausentarme ;w;