Me rindo

22 1 0
                                    

Después de saber que me consideraba Su mejor amiga Sinceramente me rendi.

Se que soy la más tonta de todo el puto mundo por pensar que el sentía lo mismo pero aunque no tenía nada seguro y no lo conocía totalmente, desde el primer momento que lo vi Me gustó.

Y aun con mi corazón roto yo lo seguía queriendo con cada uno de los pedazos.

Al regresar de las vacaciones de Diciembre, ya estar juntos, mirarlo, saludarlo, escucharlo, hablarle, me resultaba muy difícil y ya no era difícil por que me pusiera nerviosa si no porque estaba rota, cada que lo veía quería correr para abrazarlo y decirle lo mucho que me gustaba.

Lo que más me dolio fue tener que dejar de escribirle, no quería ostigarlo o aun peor, que su novia comenzará a sospechar algo. Ya saben, las mujeres y su intuición.

Se que lo quería pero, ¿Como iba a seguir esperando por alguien que ya había dejado claro sus sentimientos?.

El como siempre, era tan distraído que no se dio cuenta de que me aleje por el bien de su relación.

Pasaron muchos días y resulta que el ya no estaba con su "novia".
Pues el rato que me mantuve alejada pasaron muchas cosas; El al parecer no era tan distraído y notó que me gustaba, termino con su novia y ahora estaba sólo, esperando por alguien.

Cuando supe que esperaba a alguien fui demasiado tonta que creí que ese alguien era yo.
¡Pero no!! Era otra niña que al parecer si se decidió y le dijo lo que sentía.

Siento que esta es la parte más triste de la historia, ya que su nueva novia lo engañó y el comenzó a tomar demasiado. Y yo sólo sufría por no poder confezarle mis sentimientos y por no poder ayudarlo.

Seguí alejada y rota.


Creí que nunca pasaría esto pero, Lo dejé ir.

Creo que al final la típica frase tenía razón; Si amas a alguien, déjalo ir.

Nunca va a regresar, pero dejar ser feliz a la persona que quieres es la muestra más grande de amor que puede existir.

Además, tener un poco de dignidad para dejar de insistir es tenerse un poco de amor a nosotras mismas.

¿Yo? Me di por vencida.

Días con El Donde viven las historias. Descúbrelo ahora