Cuando desperté la primera persona que veo es a Jaime. Al parecer el también sabe de primeros auxilios.
-Ya despertó- le dice Jaime a mis amigas quienes al escucharlo corrieron hacia mi. - Hey soy Jaime y te desmayaste. Al parecer tenías baja el azúcar ¿como es tu nombre?- Pregunta
- Rachel, gracias Jaime estoy bien.- Contesto rápidamente. - Lamento haber causado molestias, pero no te preocupes ahora pago todo y me voy.
- Rachel no, olvídalo está vez todo corre por la casa. Sugiero que vayas a casa a descansar.-Gracias Jaime, muchas gracias y si ya me tengo que ir.- me levanto del suelo con su ayuda y con la ayuda de Charlie.
Kat y Paola me dan mis pertenencias y nos vamos de la cafetería camino a la casa.Al llegar me siento en la sala con las chicas. Sin poder más con los nervios me levanto y subo a mi habitación. Una vez allí abro el cajón de el tocador y saco una caja de cigarrillos con un encendedor y bajo a la sala. Agarro uno y lo enciendo las chicas me imitan al cabo de unos minutos empiezo a hablar.
- Bien, así que el maldito volvió y me quiere de vuelta. ¿Alguien sabe cuál es su horario?
- Bueno aún no pero puedo buscar en la plataforma de los nuevos en matrícula con el número de estudiante que está en el carnet, saber todos sus horarios y hospedaje además de mucha más información. Pero necesito el carnet porque ahí está el número de estudiante. -Dice Paola explicando a detalle.
-¿Solo el carnet?-pregunto - Si, el carnet y su nombre completo.- dice rápidamente.
-Listo entonces vamos a buscar el maldito carnet- le digo casualmente.
-Rae no, no puedes hacer esto está vez dudo que pueda ayudarte recuerda que ya mi hermano no está. - Dice Kat angustiada.
-Tranquila Kat, el me quiere de vuelta, pues me tendrá pero esta vez el no ganará. El odia la competencia ¿no?. Y si le damos un poco de su propia medicina.-Si yo estoy dentro- dicen Paola y Charlie al unísono
-¿Kat? Estás conmigo. - le pregunto.
- Bien, no te voy a dejar hacer esto sola. Estoy dentro.- dice con ironía.
- Manos a la obra. Vamos por el carnet.- le digo a las chicas mientras salimos de la casa y nos dirigimos a la universidad.Se preguntarán quien es Michael Collins ¿cierto? Pues les explico, Michael estaba en su 4to año en la universidad cuando yo entré. Lo conocí en una fiesta de la fraternidad a la que el pertenecía. El hermano de Kat, Daniel estaba en su último año y el inició a Michael a la fraternidad. El caso es que salimos por un tiempo y todo bien pero en una de las últimas fiestas que la fraternidad del equipo de fútbol americano ofrecería ese año yo fui con Michael quién era mi novio. Bebimos y la pasamos bien hasta que me ofreció una pastilla color naranja el dijo que había tomado una antes de buscarme en mi hospedaje y yo le creí y la tome. Luego de eso el me llevo a su habitación y en ella se encontraban dos chicos más en bóxers y aparentaban estar drogados. El comenzó a besarme y a tratar de quitarme el vestido yo me negué y el se enojo y me empujó y los chicos me aguantaron facilitándole el paso a Michael quien con unas tijeras rompía mi ropa y quedaba en mi ropa interior de encaje. Yo gritaba y pedía ayuda pero nadie me escuchaba debido a la música. Me tocó y me obligó a tocarlo a el y a sus amigos. Cuando el decidió a tomarme la puerta de la habitación se abrió de un portazo dejando ver a un Daniel muy cabreado. Cuando me vio se suplique con los ojos llorosos que me sacara de allí, al instante el me tomo y me saco de allí sin antes darle una paliza a Michael y a sus amigos. Yo estaba hecha un desastre mi maquillaje totalmente arruinado, marcas en todo mi cuerpo tanto moretones como chupetones que me habían hecho. Daniel y Kat me llevaron a una casa de campo que ellos tenían en un cerro no muy lejos de la universidad y allí me cuidaron durante un mes. Cuando al cabo del mes volví a clases ya Michael no estaba y sus amigos tampoco y agradecí a Daniel por eso.
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Bad Girl
Teen FictionEra una noche de invierno cuando pasó el accidente. La noche en la que nos secuestraron a Jaime y a mí. Como pude ser tan estúpida para llevar a Jaime a ese horrible lugar. El solo hecho de pensar que el está muerto por mi culpa no me deja tranquila...