Corazón Herido

Capitulo II - Amores

Amores

Prov Jacob

Aun no podía creer como mi padre se había atrevido a castigarme solo porque había llegado dos horas tarde a casa... No es que yo tuviera la culpa de su tardanza ellos podían haber ido a su dichosa cena sin mí, pero nooo Billy como siempre quiere que lo acompañe a todos lados, pero todo este retraso no era mi culpa no señor, la maldita culpa era de una mujer de la cual ni siquiera quiero mencionar su nombre.

-Y justo ahora, maldita sea tenía que olvidarme la billetera y el celular en el auto.– como si hubiera sido poco haber tenido que aguantar el geniecito de mi padre durante todo el camino a la casa de su amigo.

Abrí rápidamente la puerta del carro y encontré mis cosas. Era mejor que volviera a la casa de su dichoso amigo si no quería que estallara la guerra (me refería al genio de padre) por mi encantado me hubiera quedado en el carro ya había tenía suficiente por un día, y con lo que me aburrían sus reuniones y cenitas.

Cerré con seguro el auto, y camine rápidamente hacia la entrada de la casa, cuando escuche a mi padre.

- Ese muchacho, me va sacar canas verdes... gracias a él se debe nuestro retraso, está castigado y no tuvimos otra opción que traerlo con nosotros.

Como si eso fuera cierto, claro estaba castigado pero me habían obligado a venir.

-Gracias papá, no hace falta que me lo recuerdes.–respondí ásperamente.

-Este es mi hijo Jacob ...Jacob Black – me presento.

-Mucho gusto Señores.- salude.

Entonces la vi, era imposible no podía ser ella, la hermosa niña con la que hace unas semanas me había tropezado, en esa ocasión me había parecido hermosa, pero ahora que la veía arreglada, no habían palabras para describir tanta belleza, su cabello cobrizo rizado, lo llevaba amarrado con una coleta, elegante , sus ojos chocolates, ligeramente maquillados, me miraban muy abiertos y sorprendidos , y pude distinguir un ligero toque de sonrojo, que se hacía fácilmente visible, en su piel blanca.

-Mucho gusto.- saludo un hombre elegante quien supuse era el colega de mi padre– Es un placer tenerlos en casa les quiero presentar a mi familia mi esposa Bella Cullen.– señalo a una mujer hermosa – y ella es mi hija Renesmee Cullen.

Así que su nombre era Renesmee un nombre raro pero hermoso parecía un trabalenguas...- pensé para mi.

Mientras cenábamos papá hablaba con su amigo Edward, yo por mi parte ignoraba toda esa conversación. Centrando mi atención en Nessie, no podía dejar de pensar en cuan pequeño era el mundo. Tenía a la niña con la que me había tropezado... frente a mí.

La niña que me había robado el pensamiento, el corazón desde la primera vez que la había visto, aunque ella ignorara esa parte... la niña por la cual había terminado con Leah, ahora mi ex enamorada y no me arrepentía de esa decisión .

Habían ocasiones en las que yo no podía mas y giraba mi rostro con descaro para observarla, la analizaba por completo era tan bella su piel de un color pálido que le daba una forma cincelada, pero ella al parecer ella simplemente me ignoraba.

No levantaba la vista de su plato.

Escuche como empezaba a caer una leve lluvia. Después de unos minutos la voz de mi padre me hizo salir de mis pensamientos.

-Bueno creo que es hora de irnos.– dijo mi padre, yo estaba completamente de acuerdo quería irme pero a la vez no, no deseaba alejarme de ella y más aún porque no había tenido oportunidad de hablarle.