Así que hay estaba Anne, viendo como su hijo interactuaba con tanta alegría con el chico que le gustaba. Él parecía realmente feliz, sin importar el hecho de que no tenía ni idea de si los sentimientos eran mutuos. Anne se sentía un poco avergonzada, en realidad, por el hecho de que no lo había notado antes. Esos ojos de adoración eran tan familiares, habían estado allí por un tiempo. No habían estado allí desde el principio, sin embargo, ella lo sabía. Después de todo, Harry no tenía la confianza suficiente para saber que estaba gustando del chico sin saber aun bien sobre su amistad.
En algún lugar en el fondo de la mente de Anne sabía que, aunque el amor se supone que es un camino recorrido con golpes y arañazos, el inicio de su relación iba a desafiar eso y ser simplemente perfecta. No podía imaginar ningún suspiro de amor sin ser tan extremo, la única posibilidad era que ambos eran el uno para el otro.
Louis era un chico muy alegre y amable, pero su amistad con Harry era mucho más profunda que eso. Aunque se podría decir que su amistad era tan fuerte que su preocupación era sólo en una forma platónica, Anne se dio cuenta de que había algo allí, y tal vez Louis lo sabía. Harry sabía de sus sentimientos, y él podía esperar si se da el caso, porque no sabía qué iba a suceder después, él no sabía el curso de una relación. Anne no estaba segura de si Louis sería tan prudente, si iba a esperar para consolidar sus sentimientos antes de actuar sobre ellos. Pero de cualquier manera, siempre y cuando Harry estuviera feliz, era lo que importara.
Siempre existe la posibilidad de que Louis hiera a Harry, y que Harry no fuera capaz de recuperarse. Él tomaba las cosas más con el corazón de lo que aparentaba, y podría costarle el conjunto de esperar tres meses para ser feliz otra vez. Pero Anne sabía que Harry -después de los días de la charla- consideraba todo. Si Harry confiaba en Louis, Anne también.
Con una última mirada a los chicos que estaban totalmente inmersos en su propio mundo, Anne sonrió suavemente y dejó a los dos para seguir adelante con su tarde.
"Haz, realmente no puedo tocar ahora" Louis suspiró y se frotó los ojos con las palmas de sus manos. Había pasado media hora desde que Harry había llegado y hasta el pequeño tintineo en el piano estaba cansando a Louis. No era como si el ruido fuera atroz y le diera un fuerte dolor de cabeza, estaba increíblemente cansado y no podía concentrarse en las teclas. Él sabía que realmente quería tocar, el cansancio probablemente pasaría, pero no quería forzar la música. Tocar con Harry era fácil, y no quería cambiar eso aunque fuera solo por unos minutos forzando las teclas.
Harry lo miró tratando de saber que pasaba, con los ojos curiosos de por qué Louis no quería tocar. Sus ojos no mostraban dolor ni nada parecido, sino que estaban simplemente preguntando por qué Louis no quería participar en su actividad semanal.
"Yo solo... Me gustaría tener una excusa mejor, pero lo adecuado es que estoy hecho polvo" Louis admitió con una sonrisa seca. Miró a Harry, cuyo rostro tenía una ceja subida y los labios juntos.
"¡¿Qué?! ¿Por qué me miras así?" Louis exclamó en una ráfaga.
Harry trepó por la pluma y el papel sin rumbo fijo en la parte superior del piano, y escribió en él con rapidez para no perder el exterior crítico:
Alguien estuvo de paseo toda la noche, ¿verdad? ¿O en la mañana? ¿Un paseo de la vergüenza?
Harry le estaba tomando el pelo, no había amargura en su expresión. Se estaba burlando de Louis por el hecho de que pensaba que había salido la noche anterior.
Louis le gustaba el hecho de que Harry estuviera cómodo para hacer tal cosa con él, sobre todo en una materia que no era inocente en lo más mínimo. El hecho de que Harry se sentía cómodo con su pasado y presente, Louis se sentía aliviado. Podía ser genuino, un adolescente, bromear con él, como lo haría con cualquier otra persona. Era sólo una pieza más en el rompecabezas de una relación normal.
