Cuando te conocí, supe lo nuestro acabaría mal, como cuando eres niño y no mides las consecuencias y ni tomas ciertas precauciones, pero te pones de igual forma a jugar ¨ Pelotica de goma ¨ en el edificio a sabiendas que puedes meterte en problemas si partes un vidrio.
Así fue, cuando impulsiva quise conocerte y no dude un segundo en propiciar el momento del encuentro de nuestros labios. Y ya estaban rotas las ventanas mucho antes del impacto.
Teníamos todas las probabilidades a que no funcionaria, las diferencias en nuestros años y no como dicen de que el amor no tiene horario ni fecha en el calendario, sino que las experiencias nos hacian desnivelarnos.
Llevarte 5 años más y si creer en el amor, tú tener 19 y ser tan frío de corazón, nunca haberte enamorado, ni creido en temas de relación.
Ya iba perdiendo yo...
Pero me entregue como se entregan las devotas de Dios, renunciando a todo te di todo mi amor, para que al cumplir un día la misma edad que yo, te acuerdes de que si existe el amor, que aunque no lo tengas en tu interior, y que vive en parte de la población, en las almas bonitas de las personas que nos arriesgamos los sentimientos aunque nos puedan herir.
Me gustas
Me gustas para conocerte sin apariencias
me gustas para ir sin prisa
me gustas para llevarme otra cicatriz si me enamoro de ti.
Me gustas tanto para saber que ya no le tengo miedo a las cicatrices, que prefiero pelear por ganarte
a no amar por ser cobarde.
(Inefable )
Lo bonito no solo fueron los mensajes de buenos días por las mañanas, tampoco los buen provecho del medio día, mucho menos las buenas noches, porque era mucho más que eso. Era saber que estaba planeando cada día de mi vida a tu lado, que no imaginaba los mismos planes desde que entraste a formar parte de mi y que la parte más dificil fue dejarte ir.
Como el agua y el aceite nuestra historia no pudo seguir y aunque ya lo sabia, no me arrepiento de nada porque tú nunca fuiste para mí y yo si deje una huella bonita en ti.
Yo disfrute cada vez que tomaste mi mano, cada encuentro inesperado, los doritos y la coca cola, los momentos amargos y hasta las peleas, que acababan desvestidos en la cama enrollados en las sábanas, hasta ver amanecer, los te amo, las risas y las lágrimas, pero como lo presentía, era un amor vencido.
Amor vencido
Era un amor vencido de esos que vienen con fecha de caducidad.
(Inefable)