10 Deseos para Adam

Capitulo 7

Pasaron mis clases y eran 10 minutos antes de las 6, así que me puse en marcha hacia el aula de química, casi ya no había nadie en la escuela.
Antes de llegar me di cuenta de que estaban Laia y Adam hablando; me escondí para escuchar algo de lo que estaban hablando, no lo se parecían sospechosos. Solo alcance a escuchar muy poco

-¿Estas seguro de que hoy... no es algo apresurado?

-No te preocupes, yo sé lo que hago

Fue lo único que escuche, así que deje de escuchar y seguí caminando hasta encontrarme a Laia

-Bella, ¿ adónde vas?

-Hacia el aula de química, así que te veo mañana. Descansa

-Igualmente no te vayas muy tarde, vale. Hasta luego

Me acerque al aula de química y Adam estaba haciendo como que estaba apenas llegando porque hacía eso.

-Llegas a tiempo

-Tu también, bueno entremos

Entramos y nos sentamos, mi silla estaba más baja que la suya. El puso su mano debajo de la silla, me quede paralizada ya que estábamos muy cerca entonces, solo la subió mas, mientras yo seguía parada
Saque mis cosas y las acomode junto con mis apuntes, comenzamos a estudiar; hasta que de repente me dio demasiado calor, me levante de mi asiento y camine junto a la ventaba para que me diera el aire.

Me quite la sudadera, el ya sabía ¿para que lo escondía?
Mientras el miraba en un microscopio, y desviaba su mirada hacia mi

-A veces me tientas de mas Bella

-¿De que hablas?

-De nada, ven a ver esto

Me acerque un poco y el puso mi silla muy cerca de la suya, para que pudiera mirar. Describiría lo que vi, pero no podía. Sentí su respiración en mi cuello, sus ojos en mí y podía oler aquel perfume tan típico de el.

-¡¡OYE!!....Mmh...

Voltee para gritarle: "¿por que estaba tan cerca de mí?" pero cuando volteé, creí que nuestros labios se habían encontrado. Lo más raro es que lo hicieron, sus labios y los míos estaban juntos. Nuestros ojos, entre abiertos, pero aun podía ver ese perfecto degradado. Quería quedarme así pero... No podía. No era lo mejor, poco a poco me fui separando de esos labios tan cálidos que quería volver a besar

-Yo... yo... Lo siento Bella, no quería que fue mi culpa perdón

-Am no te preocupes vale. Está bien sigamos

Empecé a sentir como toda la sangre se iba a mis mejillas, se sentían calientes que digo calientes... Hirviendo

-¡Ooh! Bella es tan linda cuando esta roja

-Ya deja de jugar y pon atención

-Sí, señorita estoy más roja que un tomate

El solo siguió sonriendo por un buen tiempo, yo solo seguí con mi explicación. Finalmente, terminamos más tarde de lo que pensaba; entre los dos estábamos recogiendo todo, hasta que acabamos.

-Bella perdón, por mi culpa se hizo tarde ¿quieres que te lleve a casa?

-No, no te preocupes está bien

-¿Segura?

-Si, mi casa está cerca no te preocupes.

El solo asintió y apagamos la luz del salón, para salir del aula, la escuela estaba a obscuras pero, aun se podía ver por donde íbamos gracias a la brillante luz de la luna. Sin embargo, había algunos lugares demasiados obscuros, debo admitir que me daban mucho mucho miedo, así que por instinto me pegue más a Adam

-¿Que la valiente señorita tiene miedo?

-No, bueno si, bueno tal vez. Solo deja de molestar y sigue caminando

De repente, un ruido demasiado fuerte se escuchó y grite como la loca que soy, me voltee y abrace a Adam mientras cerraba mis ojos, y pegaba mi cuerpo al de él. Me aferrabe cada vez más, sentía mi corazón a mil por hora.
Adam tenía una mano acariciando mi cabello y susurrándome que ahí estaba.

Cuando me calme puede concentrarme en su hermoso olor me calme y el me separo poco a poco

-Tranquila aquí estoy ¿Vale?

-Si, perdón

-No te preocupes, ven prefiero llevarte a casa. Me preocupa que estés a estas horas en la calle

-Pero, yo...

-Y no digas que no

-No te preocupes, seguro que llego rápido caminando

-Si dices que no otra vez. Te secuestro

-Vale, vale, está bien señor secuestrador

El solo se dedicó a reír y bajamos hacia el estacionamiento. Vi el carro azul de la otra vez, entramos. Cuando menos me di cuenta, él se puso enfrente de mi agarrando el cinturón y acercando de nuevo nuestras caras uniendo nuestras respiraciones el solo se separó y me puso el cinturón volvió a su lugar. Voltee a verlo, el tenía una gran sonrisa en su rostro

-Por seguridad

Afirmó el, así que yo solo le regale una sonrisa, el se puso el suyo y arranco el auto.
El trayecto no fue tan largo, pero si algo silencio; bueno, no solo algo, fue súper silencioso. Así que, yo solo trataba de recordar que había pasado para no sonreír y cuando menos me di cuenta ya habíamos llegado. Tome mis mochila y me quite el cinturón

-Gracias por traerme, hasta mañana. Buenas noches

-Buenas noches, descansa y perdón

-No te disculpes, está bien

Abrí la puerta y salí. Camine en dirección hacia casa, saque las llaves de mi mochila y abrí la puerta, pero antes de entrar voltee para atrás y ahí estaba el sonriéndome, le sonreí de nuevo y entre a casa.

-Hasta mañana Adam

Susurré y una sonrisa se dibujo en mi rostro.