More coffee?

239 41 5
                                    

Cuando sorpresivamente te vi entrando al café con una sonrisa dirigida a mí, tres días después de nuestro encuentro, no pude evitar mi cara de tonto.

-¿me puedo sentar?- tu cara tan fresca, el clima frío favorecía mucho más a tu belleza, pensamientos parecidos como ese pasaban por mi cabeza.

-no tienes que preguntar- tú te sentaste rápidamente, esta vez solo traías una chamarra ligera y una gorro, pediste un poco de pastel de vainilla y una taza de chocolate.

No pasó mucho tiempo y ya tenías lo que habías pedido, hacías un sonidito lindo y cada vez que metías en tu boca una porción del pastel decías que estaba delicioso, mientras tanto yo observaba como se arrugaba tu nariz y tu lengua salía a limpiar los restos de crema que quedaban en tu labio, de vez en cuando desviaba mis ojos hacia la ventana para que tu no lo notaras.

-¿Qué te ha traído por aquí?- pregunte, quería saber si tú también querías verme, este lugar se volvió mi parada regular antes de regresar a casa.

-Bueno este lugar queda cerca del lugar donde trabajo, casi no tengo tiempo de salir y cuando rara vez lo tengo vengo a este lugar- espero que mi rostro no haya demostrado lo decepcionado que me dejo esas palabras, me miraste a los ojos y sonreíste y en ese momento continuaste diciendo algo que hizo a mi corazón saltar - además, pensé que te encontraría aquí y necesitaba regresarte el dinero, no es justo que tu pagaras por mí, no me conocías-.

El puchero que formaste me lleno de ternura, estaba pretendiendo estar enojado pero se veía tan lindo, solo me carcajee, tú me seguiste al instante.

-lo siento, pero quería tener un motivo para que tú me buscaras- tu cara fue de absoluta sorpresa- seamos amigos- dije, tu solo te sonrojaste y clavaste tu mirada en tus manos.

-claro, pero permíteme pagar esta vez a mí- yo asentí no podía negarme a tus ojos de cachorro.

Ese fue mi comienzo, hablamos por más de dos horas, sobre ti y sobre mí, me sorprendí al saber que eras veterinario, que te gustaba demasiado estar al aire libre ya que al vivir tanto tiempo en la ciudad te pareció aburrido, que siempre te confunden con una chica por tu cabello, que amas dormir más que comer entre otras cosas muy divertidas, de igual manera me demostraste tu asombro cuando te dije que era el Ceo de una compañía de marketing, que al contario que tú me crie fuera de la ciudad y conocerla fue increíble.

Nos reímos de tu anécdotas cuando eras niño donde te perdiste por en el súper mercado por quedarte dormido debajo del carrito de compras que llevaba tu mama y que cuando despertaste ella no estaba.

O de cuando yo me fracture un brazo practicando Judo, y que mi mejor amigo Jihoo escribió una canción de mejórate en el yeso.

Cuando te diste cuenta de la hora pagaste todo rápidamente y esa vez fuiste tú el que se fue, quise perseguirte para preguntar tu número y quedar de nuevo.

In my mind (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora