Capítulo 1.

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Querido Benjamin:

Como había prometido, voy a escribirte todos los días que pueda, porque extraño tu presencia, y esto es algo que no puedo soportar. Me encantaba cuando pasabamos las tardes en el campo haciendo picnic's, o en la cuidad paseando mirando las hermosas flores de los balcones, tu siempre tenías a alguien a quien saludar, y yo me dedicaba a pasar por la tienda del Sr. Lavender a comprar mis libros favoritos, o aquellos que me reconmendaba Agnes. Hablando del Sr. Lavender, él tambien te extraña mucho, pero ¿quien no? Siento que toda esta cuidad te amaba y te sigue amando, pero no tanto como lo hago yo.

Ayer fuí a la  tienda de libros, que esta al otro lado de la cuidad, porque el Seño Lavender no tenía el libro que yo deseaba (Don Quijote de la mancha) así que partí rumbo hacia el lado más alejado de la ciudad de Londres; puedo jurar que jamás habia visto una tienda tan grande, y eso que la tienda del Señor Lavender no es pequeña en lo absoluto (un tanto angosta quizá, pero tiene una gran profundidad) había un montón de personas ahí, más que nada hombres, pero es no es lo importante. Él señor que me atendio se llamaba Richard Holland, según lo que leí en un cartel de presentación colocado estrategicamente en el mostrador, cómo los que tienen los abogados. Al final el libro lo había encargado ya y va a llegar en dos días, así que dispuse a irme del lugar y volver para comprar el libro que tanto deseo leer.

Cuando estaba por salir de la tienda entro un grupo de jovenes, haciendo que cayera y se desparramaran todos mis libros, tu sabes que siempre llevo dos o tres libros conmigo, por si tengo que esperar al carruaje o algo así, para no aburrirme tanto. Todos esos chicos estaban ahí para comprar un libro que le encargaron de la escuela, según escuche, solo un joven se quedo a ayudarme.

 - Lamento este alboroto, mis amigos son algo revoltosos.- Ofrecio su mano para que pudiera levantarme, toda la vida me enseñaron que si alguien ofrecía su mano para ayudarme tendría que aceptarla... así que eso hice. - Deja que recoja tus libros, es lo menos que puedo hacer, ellos no creo que se hayan dado cuenta de su presencía My Lady.- Y tal como dijo, tomo mis libros y me los entrego sin suciedad en estos.

 - Muchisimas gracias, pero no tenías que hacer eso, podía yo sola. - Obviamente no quiero que ningun otro hombre tome mi mano, ni que me ayude, ya que soy muy capaz de hacer las cosas por mi cuenta.

 - My Lady, no era mi intención ofenderla...

 - Entonces deje de llamarme así, ni siquiera me conoce usted... Me llamo Emma Callcott.

 - Bien, señorita Emma, mi nombre es Nathaniel Montgomery. - Su modo de actuar y hablar era un tanto sobrador, pero a mi no me importaba, ya que no lo vería nunca más.

 - Bien, nos vemos luego... Me debo ir.

 - Adios, my lady.- Y luego de eso con una sonrisa eterea se despidio de mi, y en sus ojos se veía el deseo de verme otra vez.

Oh amor mio, yo nunca he entendido porque tu me elejiste a mi, cuando tenías un montón de mujeres detras de ti, recuerdo que yo ni me daba vuelta al escuchar tu nombre, hasta que comenzaste a hablarme, sino jamás te hubiera visto, el amor nunca estuvo planteado en mi vida, y tu me mostraste que era, como se actuaba, que se hacia. Nathaniel parecía un chico dulce, amable, aunqué un tanto sobervio. Se que jamás te olvidaré y jamás dejaré ir, porque aunque se que tu siempre me veras desde donde sea que estes, yo solo te puedo recordar, recordar tu sonrisa tu risa, las palabras que me decis para que calmara mis ataques de panico e histeria.

Mi deseo más grande es volver el tiempo, hacer que pare en el momento en el que estabamos juntos; tus cartas siguen en mi cajón, justo donde estaban el día que te fuiste y me dejaste sola, sin nadie a quien amar... Mi familia ha hecho lo mismo de siempre, me ha atormentado con la idea de conseguir a alguien más, porqué si no lo hago perderé mi juventuda, y mi oportunidad se irá... quizá tengan razón, pero yo solo te quiero a ti, quiero que vuelvas ¿Por qué te alejaron de mi?

Y  para concluir con mi día, y con mi carta, me despido, un nuevo día me espera mañana, y una nueva historia, quizá. No sé cuando volveré a escribir, ya que no me gusta escribir cosas sin sentido, aburridas, solo para llenar el espacio vacio en mi cuaderno, yo escribire verdaderos sentimientos, pero... en fin.

Te sigo amando, y jamás te dejare.

Emma Callcott.

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2017 ⏰

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