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Baekhyun miraba con impotencia cómo Chanyeol guiaba a la mujer, tomándola por la cintura, a la sala de reuniones. Sus ojos se aguaron pero era consciente de que no podía hacer nada para evitarlo, finalmente era su culpa. Después de una gran bocanada de aire se atrevió a entrar a la oficina y tomó asiento en su lugar habitual junto al mayor.

Los demás socios rodearon la mesa y se dio inicio a la reunión programada del mes. La mujer, ubicada al otro lado de Chanyeol, no paraba de sonreír y susurrarle cosas  a las cuales él respondía con gusto. Ubicó su mirada al frente, queriendo evadir esa realidad que se le restregaba en la cara, que lo maltrataba y hería. Deseaba huir de allí, ocultarse en algún sitio lejano donde pudieran desahogar sus emociones y pensar en algo más que ese dolor que lo carcomía por dentro.

Miró los papeles que reposaban sobre la mesa fingiendo que los leía, cualquier cosas podía ayudarle a ocultar sus emociones. La respiración se le iba y el sentir al alto tan tenso a su lado lo desarmaba. Ya no era su príncipe, ni nada que se le pareciera.

 — ¡Ey, Baek!

El menor despertó de su ensimismamiento al escuchar la voz de Yixing llamarle, todos en la sala le miraban un poco preocupados, esas miradas lo hacían sentir todavía más vulnerable. Nervioso. Tomó aire.

— Lo siento—Movió los papeles sobre la mesa tratando de reaccionar.

— ¿Te encuentras bien? — La voz de Yixing le sostuvo para no desvanecerse.

Negó un poco indeciso, más bien aturdido, sus pensamientos lo tenían atrapado y la presencia del par que se mantenía a su lado no ayudaba mucho. De pronto, sintió su estómago rugir, los últimos días había perdido el apetito y le costaba conciliar el sueño.

— ¿Eh? —Alzó la mirada a un segundo llamado que escuchó a lo lejos. Sintió la fuerte mirada de Chanyeol sobre él, así que se obligó a contestar— Sí, perdón, me distraje.

— ¿Seguro? —Insistió el chino. Con un nudo en su garganta asintió  —Estás pálido.

¿Lo estaba? No lo sabía, simplemente cada minuto era más difícil permanecer allí, su cabeza dolía de pronto y sus miembros se debilitaron temblando. Un profundo desamparo le albergó y se sintió en un lugar desconocido, ¿qué le sucedía?

— Es mejor que se retire — Cerró los ojos al escuchar aquella voz teñida de rencor—, estamos en una reunión importante y no podemos perder el tiempo.

No supo de dónde obtuvo la fuerza para no llorar pero, se obligó a sí mismo, a alzar la mirada y hacer frente a la situación en la que se había envuelto. Se puso en pie con pocas fuerzas, estaba más débil de lo que pensaba.

— ¿Seguro que puedes solo? — Era la voz preocupada de Yixing. —Si quieres...

 — Él puede solo — Intervino Chanyeol haciendo que los presentes se pusieran a la expectativa y guardaran silencio.

Con una lágrima a punto de salir, sonrió dulcemente al castaño que se preocupaba y miraba con atención.

— Me encuentro bien— Apartó la silla con suavidad. Chanyeol a su lado entrelazó sus dedos ejerciendo presión entre ellos—. Muchas gracias por preocuparte, Yixing.

Con una profunda reverencia se disculpó de los socios por su desplante y salió de allí sin mirar a nadie a los ojos. Ella le sonreía y él lo hacía a su lado. Tal vez era lo mejor, él lo había insultado de la manera más vil, así que simplemente estaba obteniendo lo que merecía.

Al hallarse fuera de esas cuatro paredes fue como si la soga que lo ahogaba se hubiera soltado, sus lágrimas empezaron a caer así que corrió con prisa a la oficina donde se encerró. Allí en ese silencio se sentó en su silla y se echó a llorar en su escritorio desconsolado, ver al alto con otra persona lo afectaba demasiado.

Regálame tu mirada [ChanBaek/KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora