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Abrí la caja con mucho cuidado sobre mi cama. Quité el papel blanco que la envolvía y aparté la tapa a un lado.

"Espero que cuando lo leas, podamos disfrutar juntos este regalo."

En un corazón rojo hecho con una auténtica dedicación estaba escrita aquella desgarradora frase. Ójala pudiera estar leyendo esto contigo... Era todo lo que deseaba.

Tu letra era preciosa, tanto como ver bailar a la luna sobre el papel. Tan glamurosa, tan dócil y versátil...

"Espero que sepas cuánto te quiero, y que no se te olvide nunca."

Con esas palabras se despedía el hermoso corazón. Habías conseguido que te recordara vívamente, como todas aquellas tardes que pensaba en ti y no podía verte. Claro, era diferente. Entonces sabía que nos abrazaríamos pronto, pero ahora sólo podía esperar...

Busqué ciegamente en la caja sin saber qué podía encontrar, y mis manos chocaron contra un sobre cerrado en el fondo de tu regalo.

Al frente estaba escrita tu firma difícil de leer, camuflándose con el rojo del sobre; habías elegido el mismo color que el del corazón...

Abrí tu regalo, intentando no romper el sobre como había hecho antes con la caja. Saqué con cuidado las notas que habías colocado ahí dentro, y tu aroma salió imparable, extendiéndose por el aire y haciendo de mi habitación un ambiente digno de leerte.

Eché un vistazo por encima a todos esos papeles, algunos mojados posiblemente por tus lágrimas. No podía entender qué sentías cuando escribiste aquello, pero te aseguro que no fue nada comparado con lo que me hiciste sentir cuando leía. Algo inexplicable... que me ayudaba a recordarte.

Y es que hoy es uno de esos días en los que me habría gustado quedarme en la cama, sin vivir este martes de infierno. Creo que todo el mundo tenemos días así, pero si estuvieras tú... todo cambiaría.

No hay medicina más eficaz para mi enfermedad que un abrazo tuyo. Arroparme en tus brazos y sentir que soy inmune a todo.

Pero opté por desahogarme en la ducha. No estaba preparado para leer tus notas, no como estaba. Me coloqué bajo el agua y sentí cómo parte de las preocupaciones se iban por el desagüe. Desaparecían sin más, esfumándose sin dejar marca en mi. Ójala hubieras hecho tú lo mismo, aunque en cierto modo me gustaba tenerte presente.

Me senté en la cama y retomé mi recuerdo por donde lo había dejado.


"Gracias por todo esto que me has dado, y por lo que sé que me darás."

Sí hubieras sabido que volcaría el universo para verte sonreír...

Sin Tí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora