No me acuerdo si fue un sueño o no, pero se veía muy real. Todo estaba destruido y él me observaba...aunque lo único que podía ver era una obscura silueta que me decía..."Abre los ojos", de repente el sonido de los paramédicos se confundió con el de la alarma de mi despertador.
Kolink! Ya es tarde, levántate! - grito mi madre mientras planchaba mi ropa para ir a mi primer dia de escuela. Yo me había quedado dormido pero aún asi me emocionaba la idea. Tomé mi desayuno lo más rápido que pude, menos mal mi maleta ya estaba lista desde ayer y yo y mi madre corrimos despavoridos.
Al llegar vi la escuela como un lugar inmenso donde yo parecía ser solo un punto con mi cuerpo de un niño de 6 años. La escuela era de un color rosado ladrillo. Estaba dividido en 2 partes, la primera, la parte de atrás era para las 3 canchas de fútbol y la segunda de adelante estaba rodeada de todos los salones, en el se disfrutaba del recreo. Al frente un estrado donde se hacían eventos pero también estaba la dirección y la sala de maestros.
En ese momento no supe porque pero lloré frente a salón de clases como si tuviera un mal presentimiento al entrar, no quería que mi madre se vaya pero obviamente tenia que pasar de todos modos. Ya dentro los vi a todos los que se convertiría en mis compañeros, intercambiando miradas de extrañes solo me limite a sentarme en un lugar no tan alejado de la pizarra arrecostando mi cabeza en el pupitre.
Al principio no le hable a nadie...pero si tenía pensado hacerlo, recuerdan? Estaba emocionado a pesar de mi extraño temor.
- Buenos días alumnos desde hoy seré su maestra. Quiero empezar con una presentación de todos ustedes para comenzar! - La maestra hacia el esfuerzo por caernos bien.
Mientras todos se presentaban tenia oportunidad de conocerlos sin la necesidad de preguntar por sus nombres, prácticamente ya me estaban diciendo todo, y como con todos al igual pasó conmigo, ya me tocaba presentarme.
- Mi nombre es Hoshiga Kolink tengo 6 años, me gusta jugar pero no al fútbol. Me fascinan los videojuegos y los animales. Un gusto a todos! - esa fue mi impecable presentación que hizo sonreir a más de uno. Al observarlos mientras hablaba me di cuenta a quienes había agradado y a quienes no.
En la hora de recreo pude acercarme a algunos de mis compañeros. Algunos me rechazaron y otros hicieron lo posible por aceptarme mostrándome una sonrisa. De todos modos aún éramos niños temerosos de lo extraño.
El día escolar se acabó rápido y mi madre estaba esperándome en la puerta del colegio. Como te fue Kolink? - me preguntó... a lo que yo le respondí que muy bien mamá.
No era lo que esperaba pero estaba satisfecho, me había dejado un agrio sabor. Que fue lo que sentí antes de ingresar a mi salón de clases? Porque lloré así? No me había ido mal ese día, todo fue neutral.
Al dia siguiente teniendo el mismo sueño de nuevo me levanté tarde.
- Kolink hoy no voy a poder acompañarte crees que puedas ir solo?
- Porque mamá? - le pregunté mientras temblaba de miedo.
- Tengo que salir a comprar para la comida de mañana ya que es feriado.
No tuve otra opción que aceptar.
Al menos me dejo todo listo solo para irme, tomé mi desayuno y corrí. Al salir de la puerta un frio recorrió todo mi cuerpo como si de haber visto un muerto se tratase. Mientras corría al colegio vi algo que me dejó pálido...
- Miren esto!
- Owww que lindo gatito! Me pregunto qué hará si hacemos esto! - gritaba el chico mientras lo pateó con fuerza.
- Es un bebé no te pases tampoco.
- Es sólo un animal! Ellos no piensan no saben nada! - mientras reía.
- Se escapa! Síganlo!
- Es pequeño no irá lejos, vamos a divertirnos un rato
- Mira solo lo agarramos de las patas y cada uno le pega
- Pobre gatito te duele? - decía esto mientras cada uno se turnaba
En ese momento...mis lágrimas empezaron a caer, al ver esos chicos que aparentaban tener 12 años de edad maltratar de esa forma a ese bebé, los miré con ira pero no sabía que hacer. Mientras presenciaba como el suelo se manchaba de sangre el animalito cayó al suelo y siguieron pateándolo.
- BASTA! - Grite para que se detuvieran pero solo se rieron y me preguntaron
- Quien eres tu?
- Ya déjenlo! No ven que ya no puede más?
- No es tu problema, ve a llorar con tu mamita jaja
Mi impotencia de no poder hacer nada incrementaba mientras ellos se disponían a pegarle de nuevo yo solo gritaba para detenerlos en vano, fue cuando me di cuenta que debía hacer algo.
- BASTAAAAAAA!!! - Corrí hacia el gato y me arrecosté encima de él donde no me importo recibir los golpes y patadas.
- Bien! Si tú también quieres recibir el castigo ahí te va! - No les importó seguir pateando. Caían sangre y lágrimas.
Lloré por él y porque aún podía escuchar una débil respiración mientras recibía cada patada en su lugar. Le dije..."Todo estará bien" mientras sonreía con dolor. Él me miro y en sus ojos amarillos como los míos veía su sufrimiento, miedo y alivio de que alguien se preocupara por él.
En ese momento parece que quiso morir porque atinó a salir debajo mío, yo lo retuve y toque su corazón que latía con debilidad, en ese instante me miró a los ojos y una corriente pasó por mi cuerpo. Fue extraño pero todas sus heridas empezaron a sanar y con sus pocas fuerzas que tenía, recién recuperándose muy lentamente salió debajo mío.
La ira me invadió cuando esos chicos iban a patearlo de nuevo como si no les hubiera bastado aún. Grite muy fuerte y al acabar todos me quedaron mirando sorprendidos. A mi alrededor se podían ver lunas y cristales rotos de casas y autos como si un ventarrón hubiera pasado por ahí. Esos 3 chicos solo corrieron asustados y el gato me miró nuestras miradas se cruzaron... su pelaje ya no tenía manchas de sangre.
En ese momento no me di cuenta que aquel animalito había cambiado mi vida... y que en algún otro lugar de este planeta a alguien le había pasado algo muy parecido.
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KOLINK
Historical FictionKolink es un chico de 12 años que salvo de morir a un gato cuando era pequeño. Lo que no sabia es que desde ese momento su destino cambiaría para siempre y a lo largo de sus dias el descubrirá como te trata la vida por ser diferente.