Introducción

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En cierta parte del mundo, en cierto día del año mil novecientos ochenta y nueve, existía una pareja perfecta, con altas posibilidades económicas y un nivel de vida envidiable. El hombre, trabajando como agente del estado, y la mujer, cuyo único trabajo era realizar los quehaceres de una casa por demás lujosa.

—¡Te dije que no! —gritó, audaz, la pelirroja—. ¡No me voy a quedar aquí! ¡Voy a ir a esa fiesta, te guste o no!

—Cálmate —pronunció él, en cambio, suavemente—. Por favor, entiende. No puedes ir... por favor. Obedéceme...

—No lo voy a hacer. No voy a obedecerte, me refiero. No me importa todo lo que supliques o todas las excusas que saques de tu estúpida boca. No te voy a obedecer. Es el matrimonio de mi hermano, debes entenderlo... por favor, Len...

—No —respondió Len con aspereza—. No, no y no. Mi deber como tu esposo es protegerte, y no voy a permitir que te ocurra nada, Teto...

Se acercó a Teto y entrelazó sus manos con las suyas.
Pero ella las soltó.

—Dime una razón válida por la que no pueda ir. Una sola, y si la considero lo suficientemente importante, haré lo que digas. No iré.

Len calló. ¿Es que ella no entendía lo peligroso que era su trabajo?

—Me temo no poder responder a eso...

—¿Lo ves? Entonces, déjame ir.

Y se marchó por la puerta, sin notar los ojos que los observaban con atención a través de la ventana.

Altamar [One-shot TetoxLen] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora