El dulce olor de tu cabello me hace enloquecer.
Tu forma de hablar es una hermosa melodía para mis oídos.
Ver tu pequeña figura hace que desee tenerte entre mis brazos posesivamente.
Todo, absolutamente todo lo que tenga que ver contigo será algo que anhelare tener.
Pero debo hacer pensar a los demás, y a ti, el que no deseo todo aquello.
Argumentare que todo esos deseos son falsos, simples chismes dichos por terceros que no entienden mis verdaderos sentimientos.
Un día admitiré lo que tanto quiero, aunque deberé esperar el momento adecuado para demostrártelo.
Eso sí, si alguno de mis "contrincantes" se atreviera a tocarte, se arrepentirá por toda su vida de esa acción.
Tanto es así, que podría desviarlos del camino con "medidas drásticas".
...
"Entonces, por quererte y amarte tanto... vas a corresponderme, ¿cierto?"
Habían pasado unos cuantos meses, los hermanos Asahina se encontraban maravillados por el "gran regalo" que han recibido desde hace tiempo. Ema, su amada hermana, era perfecta para todos, cada uno de ellos trataban de conquistarla con sus propios meritos y métodos. Ella aún no decidía a quién corresponder, cada uno de ellos tenían algo que le gustaba de un hombre y le era difícil decidir. Aunque uno de ellos parecía no tener algún interés en ella, y eso le parecía extraño, no quería decir que por la mayoría de ellos al estar enamorados de su persona el también debería de estarlo.
Ukyo ha sido siempre un caballero, un hombre con modales esplendorosos y admirables por cualquier persona que llegase a conocerle. En ningún momento ha intentando tocarla ni mucho menos besarla como lo han hecho los demás. A pesar de mostrar esa faceta, en verdad quería hacer todo lo que no ha hecho, hacer lo mismo que sus demás hermanos, pero a un "nivel más profundo".
Gracias a ese comportamiento, el interés de Ema hacía el parecía incrementarse muchísimo, y cada encuentro "casual" comenzaba a ser más concurridos; eso no quería decir que no le hacía caso a la atenciones de los demás. También conocía sus gustos y hobbies, de vez en cuando le hacía sus comidas y postres favoritos, tratando siempre de hacerlo lo más deliciosos posibles para escuchar sus cumplidos.
Ukyo conocía que tenía una pequeña ventaja entre todos ellos para ganar el conflicto, el presentía su victoria. Lo único malo, era que odiaba a morir esas atenciones dadas por sus hermanos, odiaba ver como la observaban; desnudándola con la mirada, esos besos cercanos a sus labios, las caricias "fraternales" y los halagos de su belleza. Sólo él quería hacerlo, sólo él debía hacerlo.
— Ema, el té está listo. — Coloca en la mesa de la sala una taza de porcelana fina teniendo de contenido un líquido caliente de color rojo oscuro. — Espero que te guste. — Sonreía con ligereza para luego dejar la tetera a un lado por si se necesitaba servir más del té rojo.
— Por supuesto que me encantará, la manera en como lo preparara termina siendo bastante exquisito. — Confesaba la castaña.
— Gracias, aunque tú también... — Fue interrumpido por la presencia de algunos de sus hermanos que han regresado de sus deberes.
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『Infundio』[Brothers Conflict - One-shot]
Fanfic[¡Atención!] Esté One-shot podría tener contenido "Yandere" (término japonés usado para referirse a un individuo con personalidad dulce y/o agradable por fuera, pero hostil y agresiva por dentro. Equivale al arquetipo occidental de "lobo con piel de...