CAPÍTULO 2 Último día de instituto

195 7 1
                                    

*Cinco años antes*

-¡Álex espera!

Salí de casa por la mañana, era el último día de instituto no sólo antes del verano, sino de mi vida. El proximo año iría a la universidad y estudiaría interpretación, exploraria el mundo porque yo siempre he pensado que los libros que te dan en clase no te pueden enseñar mucho. Estaba sumergida en mis pensamientos pero esa voz me interrumpió... ¡Joel! Me di la vuelta.

-Venga, acelera el paso que siempre llegas tarde.

Joel vivía al final de mi calle pero muchos de los días no ibamos juntos, sino que me lo encontraba corriendo detrás mía tres o cuatro callles más lejos. Era un vago, se levantaba tarde y por eso llegaba tarde.

-¡Hola!- Joel puso una gran sonrisa en señal de pedir perdón.

-Otra vez tarde- Le di un golpecito en el hombro.

-Perdona, ya sabes que me levanto tarde.

-Mas te vale que es el último día de instituto- Suspiré- Aunque con la universidad ¿Pasará lo mismo?

Si exacto, Joel a pesar de ser un vago y como consecuencia aprobar todo con cincos, había entrado en la universidad. Iba a estudiar bellas artes porque se le daba muy bien dibujar.

-Te prometo que me levantaré antes- seguiamos caminando.

-Ajá

-Pues no me creas si no quieres- cruzó los brazos sobre su pecho

-Yo no he dicho eso

-Lo supongo

-Venga deja de discutir como un niño que llegamos tarde si no nos damos prisa.

-RING RING RING RING RING RING RING WHAT DOES THE FOX SAY?- Joel sacó el móvil y contestó.

-¡Hola mamá! Si... estoy camino al instituto. No ¿Por qué iba a mentir? Eso fue un día que no me sentía bien y no quería ir. Ok, fueron tres pero solo tres veces. No te preocupes por los examenes finales, todo controlado. Si estudié, además me queda hoy también. Besos mamá, Adiós- Suspiró y yo mientras me reía de sus desgracias.

Su madre estaba preocupada por sus notas y lo tenía controlado más que nunca. Además hacía dos días se había marchado por un viaje ya que es reportera y lo llamaba constantemente.

-¿De qué te ríes estúpida?

-Nada, anda rápido que llegamos tarde

Y llegamos tarde, además era la clase de matemáticas con el profesor Raúl, un tipo de unos cincuenta o sesenta años con el que no tenías problemas a no ser que inflinjieras las dos normas básicas para no enfadarlo: Atender y esforzarte en clase y no llegar tarde.

Respiré ondo y noté como Joel también lo hizo al ver la entrada principal cerrada.

-Álex ¿Y ahora que excusa ponemos?

-Nose- dimos la vuelta al edificio y entramos por la puerta trasera que servía para llegar directamente a Secretaría

-El último día, llego tarde muchas veces pero nunca a esta clase y tiene que ser el último día- Joel se daba pequeños puñetazos en la pierna, me hubiese reído ahí mismo de lo loco que se pone si no hubiese sido porque yo también estaba metida en el problema.

Llegamos a la puerta de la clase, di unos toquecitos en la puerta, Joel agarró el manillar y abrió la puerta despacio.

-Oh el señorito Joel Ruíz y la señorita Alejandra Díaz- no me gustaba Alejandra quería que me llamara Álex pero nunca me hacía caso

-Prefiero Álex profesor- Joel me dio un codazo y miró con cara de asesino, no estabamos en situación de negociar.

Noté como las miradas de toda la clase estaban en nosotros.

-No discutas por esa tontería. Sentaos, no quiero perder tiempo, pero al final de clase os quedáis los dos a hablar conmigo.

Yo me senté en mi lugar, renegada todo el curso en última fila por mis buenas notas, por una parte me gustaba porque normalmente los profesores te ignoraban pero por el otro lado, era difícil ver la pizarra.

En cambio, Joel, todo el año en primera fila y los ojos de los profesores cerca de él.

Esteban, el chico de justo de delante mía, me pasó un papelito con algo escrito "La que hemos liado por solo llegar tarde. Porfavor, no me eches la culpa". Miré a Joel, él estaba girado hacía atrás mirándome con las dos manos juntas y se podía ver como movía los labios y mudamente repetía varias veces "Porfavor, porfavor, porfavor, porfavor...", escribí un simple OK en el papel y se lo pasé a Esteban. Cuándo llegó a Joel y lo miró, se dio la vuelta, me hizo una señal de aprobación e hizo un pequeño baile con él que no pude evitar reír.

-Alejandra, cállate si no quieres ganarte una expulsión de clase y más castigo del que tienes- Gracias, Joel.

Pasaron los minutos y la clase terminó, recogí mis cosas dentro de la mochila, la coloqué encima de la mesa y Joel me imitó. Sin moverme de mi silla en la última fila, cruzé lo brazos sobre el pecho y miré fijamente a mi profesor, esperando una respuesta.

-Sientate aquí delante- me levanté y me senté a la derecha de Joel, Raúl cogió su silla y se sentó frente a nosotros.

-¿No podíamos hablar luego? Tenemos literatura ahora- dijo Joel intentando librarse del castigo.

-No te preocupes, la profesora María lo entenderá. Decidme, ¿Por que llegáis tarde?

-Hemos salido tarde de casa- dije

-¿Los dos o solo tú, Joel? Que sería lo más esperado

-No, hemos sido los dos- Joel seguía sin decir nada

-Esta bien, si eso afirmas, ya tengo castigo. Vendreis al colegio, para ayudar en reparaciones y obras, cuando os llame en verano.

-¿¡Que!? Pero profesor, solo hemos llegado tarde

-No es solo por eso, Joel. Te crees que no he visto lo poco que prestas atención en clase y como juegas con el móvil.

-Eso es mentira, presto atención- mintió

-Si, pues resuelveme esto-escribió una ecuación un poco larga en la pizarra. Joel se levantó y se quedó un rato pensando ahí con la boca abierta.

Suspiré, era verdad que no sabía nada.

-Dos, la respuesta es dos.

-Correcto, muy bien, Alejandra- Que manía tenía ¡Álex! Es Álex- Muy mal Joel, en el último día no sabes resolver esto. Ya sabéis el castigo, ya podéis iros.

-Pero profesor, yo no he hecho nada. No me merezco el castigo.

-Bueno, como creo que estas intentando respaldarlo a él, compartiras su castigo para quitarle trabajo- miré a Joel con cara de querer asesinarlo, todo por su culpa- Cuando os necesite llamaré a vuestras casas, ya podéis iros, se lo explicaré yo a la profesora.

¿Amo a mi mejor amigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora