- Debe mantener las piernas en lo alto mientras sujeta sus muslos con los dedos. Permanezca en esa posición hasta que sus músculos estén relajados...
- Deja de ver eso, es irritante. - Taehyung dejó el control de la tele a escasos centímetros de su mano sin hacerle caso al recién llegado.
Elevó sus piernas a la altura de su frente y se mantuvo en silencio. Sentía sus músicos relajarse de apoco.
Y a todo eso, ¿qué es lo que pretendía?
Solo desviar su mente a algo no pecaminoso. Como la yoga. Y no su novio. Su adorable novio con mejillas rosadas y ojos llenos de brillo que lo miraban con tanto cariño que se le hacia imposible no querer besar cada milímetro de su tersa piel, sin mencionar su precioso cuello y esos delgados belfos rosados que le traían loco...
Eso era lo que intentaba apartar de su mente, sin éxito claramente, si hiciera lo que su cuerpo le pedía hacer cada vez que quisiera, lo podrían castigar legalmente. El no quería eso.
Miró como Jimin saca una botella de refrigerafor y da un largo sorbo.
- ¿Pretendes terminar con mi reserva a caso? Es de la mejor sangre del hospital y la bebes como si fuera cualquier cosa. Maldito malagradecido.- la paz que había alcanzado con el ejercicio y la soledad de antes desaparición en un dos por tres al ver como terminaba con una de las botellas de abundante líquido oscuro.
- Solo tenia hambre, tranquilo.- intentó excusarse y al no tener otra respuesta salio de la cocina sin decir nada. Taehyung lo veía desde la alfombra de la sala sin una pizca de agrado.
Miró el reloj que posaba en la pared y dio un respingo, las dos y media. Su pequeño llegaría en cualquier momento. Recogió el paquete del cd de yoga del suelo y lo guardó en el estante escondido entre los libros. Arregló los cojines del sofá y se acomodó de manera que no pareciera nervioso o ansioso de que el chico llegara de clases, tomó el mismo libro del día anterior y esperó.
