Club Nocturno (l.p)

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Mis amigas y yo queríamos divertirnos un rato, tanto estrés de la escuela, de cosas de nuestros padres casi divorciándose nos agobiaban, y de otras cosas sin tanta importancia hacían que quisiéramos salir a distraer nuestras jóvenes mentes.

Nos cambiamos en casa de Aliza, con una excusa de ir según a realizar una pijamada, todo era mentira, iríamos a un club, antro como le quieran llamar, da lo mismo, en los dos lugares se encuentran tantas cosas interesantes. Pasamos las horas arreglándonos, maquillándonos y demás cosas, sus padres pensaron que iríamos a una fiesta de una chica de la escuela, así que al salir de su casa nos fuimos vestidas lo mas normal posible, pero en cuanto nos subimos a la camioneta de Charlotte todo cambió, unos minis vestidos, o unos leggings mega pegados a la tanga, unas blusas que no dejaban nada a la imaginación, todo era necesario, y claro, unos tacones coquetos, de esos que no pueden faltar.

Nos acercábamos al lugar el cual nos habían sugerido meses atrás unas chicas que nos habíamos topado en el baño de la escuela, la verdad ni se cómo llegamos a esa plática ese día.

Al bajar de la camioneta comenzamos todas a visualizar el panorama, o mejor dicho a ver que chicos se encontraban ahí, de arriba hacia abajo los observábamos, e igual ellos a nosotros, no es nuestra culpa que una que otra chica haya medio jaloneado de los cabellos a sus novios por andar viéndonos el trasero.

—Espero encontrar algún buen chico para coger, hoy tengo antojo- dijo la loca de Azul.- tengo como un mes sin echarme un polvo pero de esos buenos.

Cada ninfómana de la que me hago amiga, la verdad es que ella es la experta en ese tema del sexo, si tienes alguna duda en algún punto de tu vida en cuestión a penes y vaginas, pregúntale a ella.

Entramos y fuimos directo a una mesa, en la cual un chico de los que atiende se acercó y tomó nuestras órdenes.

—Tiene un buen paquete - dijo Azul con un suave levantamiento de su ceja.

—Ni lo dejas trabajar en paz - comentó Aliza.

—Si se trata de un buen amiguito no lo dejaré ir - y lo seguía con la mirada, este no se le iba.

Llegó con nuestras bebidas y conforme tomábamos me sentía relajada, con aquellas ganas de bailar, y eso hicimos, en medio de la pista bailando todas como si no hubiera un mañana, solamente pensaba en la música, en ese momento, el casi divorcio de mis padres se me estaba yendo de mis recuerdos, la baja calificación en historia, al igual que mi corazón roto por un estúpido chico, del cual nunca me tuve que hacer ilusiones en cuestiones a él.

Danzaba entre la multitud, y visualicé a Charlotte besándose con un chico, ella fue hasta más rápida que Azul, la cual no conseguía  ese mesero atractivo, me dejé llevar por la música, y no solo por ella, si no por unas manos que comenzaron a tocar mi cuerpo, unas gruesas manos la cuales me estaban acariciando  y llevándome lejos de esa atmósfera, me di la vuelta y estaba un chico de lo más guapo que yo pude haber visto alguna vez en mi vida.

Tenía unos ojos cafés que hasta hicieron que mojara mis pantaletas, si es que aún no me las había quitado con esas audaces manos que poseía, su rostro acompañado de una barba que parecía tener como unos días sin ser rasurada. Y ya así de frente comenzamos a bailar cada vez más pegados, nadie decía nada, solo bailábamos y rozábamos nuestros cuerpos, una de sus manos bajó lentamente por mi espalda hasta llegar a mi trasero, el cual gracias a un poco de ejercicio está tonificado, lo apretó y solo vi su cara de pícaro, esa cara la cual me da a entender que le ha gustado.

En eso no podía más y tomé de su mano para que fuéramos a otro lado, alejados de esa parte, lo guie a la parte donde nos habían contado esas chicas, la parte donde muchas cosas suceden.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2017 ⏰

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