Sam y Dean Winchester son cazadores de seres sobrenaturales y también los héroes del mundo. La vida de los cazadores no es muy linda, ellos no necesitan preocuparse por comprar la comida de la semana o de limpiar el porche o podar el césped, usualme...
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(creditos de la imagen a mi, la escritora)
El bunker era un lugar muy grande, tanto que las primeras semanas se perdían fácilmente, muchos cuartos, pasillos y todos iguales a excepción de los números.
Dean desarrollo una afición por jugar a las escondidas cuando se aburría y eso hacia molestar a Sam lo cual lo hacia todo más divertido.
Era un día normal, Sam no había visto a Dean en un rato pero no le preocupo, se dedicó a leer un par de libros de astrología.
"¿Dónde está Dean?" dijo Castiel apareciendo de la nada.
"¿uh? No lo sé, seguro está jugando a esconderse por ahí como siempre" el ángel ladeo la cabeza.
"¿esconderse?" pregunto.
"si, a veces hace eso si esta aburrido, al parecer le divierte" bufo mientras volteaba los ojos. "cuando tenga hambre saldrá" aseguro.
El ángel asintió y se retiró.
Pasados unos minutos se escuchó una voz por todo el bunker, donde sea que estuviera Dean si que había buena acústica.
"¡Sammy! Adivina donde estoy" canturreo divertido. Sam solo lo ignoro.
"¿me estas ignorando?"
¿Cómo adivino? Pensó Sam.
"¡te reto a venir a buscarme!"
"creo que tienes que ir a buscarlo" dijo Cas. "así es el juego, ¿no?"
"si, pero Dean es un idiota infantil" fue lo único que dijo.
Castiel no le hizo mucho caso a ese comentario y se adentró en el bunker, ¿Qué tan malo podría ser jugar con Dean?
Muy malo.
"¿Dean?" abrió la puerta y nada. Ya llevaba diez en total y no había rastro de Dean por ningún lado. Se paso una mano por la cara frustrado. Tenía que admitirlo, Dean era bueno escondiéndose.
"¡¿Dean!? ¡¿Dónde rayos estas!?"
"¿Cas?" rio como si hubiera tenido la idea más macabra del mundo. "esto será genial"
"Dean, deja de jugar, esto ya no es divertido"
Y las luces se apagaron. No se oyó queja de parte de Sam así que Cas supuso que solo corto la luz donde el ángel se encontraba.
Si Dean había cortado la luz seguramente estaba en el cuarto de fusiles, así que fue directo hacia allá. Pero una cosa era decirlo y otra era hacerlo.
Todo estaba oscuro y solo podía alumbrarse con la opaca luz que le daba su celular.
"probablemente ni siquiera está ahí" hablo en voz baja. De repente se escuchan unos pasos corriendo detrás de él. Se gira de inmediato para encontrarse con la nada. Decidido no distraerse y llegar rápido al cuarto de fusiles.
