2. Noviembre. EDITADA.

355 28 5
                                    

Eran las 6 de la mañana, lo primero que pienso al despertar es: "será un buen día" me gustaba iniciar mis días con vibras positivas y más si es lunes además de que debía ir al instituto. Ya saben, detesto los lunes.

Me arreglo para ir al instituto, me fui sin desayunar como costumbre, eso es típico en mí, me disgusta hacerlo. Camino hacia el instituto, no hago otra cosa que pensar que la situación con mis padres no había mejorado, aún no me comunicaban lo que sucedía y eso perturbada mi mente. Aunque había decidido no hacerlo, no podía apartar los malos pensamientos. Creía que mis padres se iban a divorciar, pero no estaba segura, eran 24 años de matrimonio, ¿Todo a la basura? no lo creo.

En el instituto todo va bien, en una semana comenzaría exámenes, situación que estresa a cualquier estudiante.

Hoy Margo y yo nos sentíamos un poco mal. Paulette había sido aceptada en un instituto de arte en New York ya que a ella siempre le encantó el mundo del espectáculo. Y las grandes amigas se han separado, las tres mosqueteros ahora estamos alejadas. Margo y yo esperamos visitarla pronto.

En el trascurso del día todo fue normal, como se esperaba que fuera un día en el instituto, algo aburrido. A diferencia que los buenos profesores que tenemos nos han enviado deberes como si no hubiese mañana, aunque era normal estando en el último curso.

De regreso a casa me encuentro con Jane, una chica que conocí cuando fui a un campamento hace mucho tiempo.

Jane:

-Joely, ¡adivina algo! sé que te encantará.

-mmm... -dije dubitativa- no me agradan las adivinanzas, ni las sorpresas. YAAAA, ¡dímelo joder! sabes muy bien que no me gusta que me tengan así, Me desespero rápidamente.

-jajaja, piensa un poco. Tiene que ver con tú oscuro y cursi pasado.

-jajaja, ok pero yo no he tenido un oscuro pasado. -Dije riendo e imitando el acento dominicano de Jane pero como siempre nunca me sale debido a que mis acentos se mezclan porque mis vacaciones de verano las tengo que dividir entre España, Alemania y Colombia. Sí, cada año es un destino diferente. Nunca dejo de maravillarse cuando voy a Colombia, y es que ese sabor latino me encanta al igual que su gente.

-Vale, te lo contaré. Harry ha vuelto.

Esas palabras retumbaron en mi mente,no me lo podía creer. ¿Harry? ¿Mi Harry? Bueno, técnicamente no era mío aunque solía serlo.

Me estas jodiendo- le contesté a Jane.

-No, con eso no jugaría. A su padre le dieron ganas de volver, ya sabes. Consiguió un empleo aquí. Además estará en nuestro instituto.

Ahora si me estas jodiendo- le vuelvo a decir sintiendome tan extraña- dime que me estás jodiendo.- Además estamos a casi nada de terminar el Instituto.

-Que no mujer, no te mentiría sobre él, y lo sabes. Creo que su padre ha movido algunas influencias para lograr que Harry entrara al Instituto y además dará los exámenes finales igual que los demás.

Bueno Jane, me tengo que ir, nos vemos pronto- le dije sin más.

No lo puedo creer, ha vuelto. ¿Se acordará de mi? seguro que no, nunca me buscó, sé que éramos unos críos de 14 años pero teníamos algo especial, o al menos eso pensaba y ahora no sé ni que creer. Mis padres no me han dicho nada de esto, ellos deberían saberlo, sus padres son como hermanos de los míos, crecieron juntos y todo eso. No tengo ni idea. Harry ha de ir al instituto esta semana. Sólo sé que no tengo ni idea de qué haré.

Llego a casa, entre feliz y temerosa. La suficiente cantidad de trabajos me mantuvieron ocupada toda la tarde pero ni aún así me pude quitar a Harry de la mente. Lo recuerdo muy bien, en ese tiempo era un chico alto, sí, alto como para tener 14 años; siempre fue pequeña comparada con él, solía llamarme pequeña al igual que mi padre. Cada vez que me lo decía yo sólo quería darle un buen golpe para que no me llamara así, me daban unos ataques, literalmente, especialmente cuando me también intentaba de imitar el acento mexicano para decirme chaparrita, simplemente detestaba que me llamara asi, sin importar que fuera de cariño. Hristo era en ese entonces un chico alto, atlético, amaba jugar fútbol, siempre iba a sus partidos. Era dueño de unos hermosos ojos verde esmeralda, me perdía en ellos, me encantaban. A él le gustaban mis ojos marrones y no entiendo aún por qué. Su cabello era algo rizado y todo alborotado. Tenía una hermosa sonrisa que hace mucho tiempo, para ser exactos tres años técnicamente cuatro que no contemplaba. Lo extraño demasiado y justo ahora cuando vuelve me doy cuenta de ello.

Horas después hice una videoconferencia con mis hermanos puesto que Eli vivía en New York mientras que Joseph en Pensilvania. El tiempo se fue volando entre risas, enojos y un poco de insultos, lo sé somos los mejores hermanos, nos amamos tanto que nos insultamos.

Ya en la noche llegaron mis padres. Ellos trabajaban, mi madre es asesora de imagen y mi padre es un reconocido abogado. Hoy en particular no habían trabajado, se dieron una escapada romántica supuse, pero no era así. A partir de ahora comenzaba a desmoronrse de a poco lo que yo conocía como mi felicidad.

RESET: ¿Y si nos volvemos a encontrar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora