『 dos 』

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Había de admitir que después de lo sucedido ayer en la cafetería mis pensamientos e intentos de querer hablarle a Hoseok para ser más cercana a él, se habían ido mucho a la mierda.
Incluso llegué a pensar en como sería intentar hablarle luego de haberlo dejado con la palabra en la boca al salir con el pobre chico hacia la enfermería.

En fin, justo ahora me encontraba en las áreas verdes de un parque que se encontraba frente a la Universidad.
Eran las once con treinta de la mañana, nuestros maestros tuvieron una junta, por lo que nos dieron salida temprano.
Ustedes se preguntaran, ¿dónde esta SeulGi? Se supone que debería estarme acompañando.
Pues bueno, mi querida Teddy prefirió ir a pasar el resto del día con JiMin en el parque de diversiones, incluso fui invitada pero sin siquiera pensarlo un par de veces rechacé, sería un maldito mal tercio y no, asco total.

El aire que corría era fresco junto a una mañana nublada, se podía percibir un delicioso aroma a tierra húmeda, algo relajante para cualquiera.
Éste escenario fue suficiente como para sacar mi cuaderno y escribir el segundo secreto de la semana.

« secreto número dos.
Sería genial estar en tus perfectos brazos en estos momentos, lástima que no existes. @jaehyun #foreveralone »
Luego de ello, me decidí a elaborar un pequeño dibujo.

G-gracias por haberme ayudado ayer...—alejé mi vista del dibujo que estaba haciendo en mi cuaderno para así posarla al dueño de esa tímida pero gruesa voz.
Mis ojos se agrandaron al ver una pequeña cadena en color azul sobre las manos del chico sin nombre... Espera... ¿Eso es para mí?

Ah... No hay nada que agradecer, en realidad no tienes que darme nada, sólo me conformaré sabiendo tú nombre. —pude ver como sus mejillas tomaban un tenue tono en color rojizo mientras que a su mismo tiempo se disponía a sentarse a un lado de mí.

Mi nombre es Kim TaeHyung... Pero tú puedes llamarme TaeTae, Alíen... Oppa.

¿Oppa? ¿no crees que eso suena un poco anticuado?... Ah, te llamaré Tae.

Tae suena aún más anticuado, Wendolyn...—pude escuchar aquello último a pesar de haber sido un susurro, giré un poco mi cabeza, lo suficiente como para poder verlo bien y le dediqué una pequeña sonrisa.

¿Wendolyn? Creí que solamente SeulGi me llamaba así, espera... ¿Cómo sabes que me apodan de esa forma?

¡Oh! Lamento si te incomode, pero suena muy adorable, no quiero decir que Wendy sea un nombre horrible, pero Wendolyn suena divertido y respecto a tu pregunta... Soy compañero de Joy, nos sentamos en la misma mesa todos los días y siempre habla de ti, es agradable.

Entiendo, entiendo... Joy es como una hija para mí... Por cierto, ¿qué era lo que me ibas a dar? ¿no crees que eso se ve un poco costoso como para agradecer algo tan simple?

¿Costoso?... Solamente era una pequeña cadenita... Suelo dar estas cosas a personas amables...

Deberías dejar de hacerlo... Puede haber personas que sólo se harán tus amigos por conveniencia, aparte eso es extraño de tú parte, es decir... Yo muy apenas le compro obsequios costosos a mis padres. —una carcajada por parte de TaeHuyng se hizo presente de repente, ¿era normal sentirse atraída por su gruesa voz?

Entendido, Wendolyn... ¡Oh! ¿no te gustaría ir a comer? Bueno, quizá esa idea no te guste mucho ya que según esto las chicas cuidan bien su alimentación y... —las cosas que éste chico decía eran absurdas, su manera de pensar es extraña pero adorable.

¡Basta! No soy como las demás chicas, me agrada comer.

¿Te agrada comer? ¿no te importaría subir unos cuantos kilos simplemente por acompañarme? ¿no me odiaras si mañana amaneces más gordita?

Mgh, amo comer, me vale un reverendo cacahuate subir kilos y... No, no te odiaría, al contrario, creo que te amaría por alimentarme.

¡Oh! Eso quiere decir que... ¿Puedo conquistarte con comida?

Emm... Seguro, con comida y una buena charla... Espera, ¿qué clase de pregunta es esa?

Sólo me dio curiosidad... ¿Quieres que te ayude a llevar tú bolso? —ni siquiera me dio tiempo para responder la pregunta de TaeHyung, y él tomó la iniciativa de quitarme el cuaderno de las manos, guardarlo en la mochila y ponerse de pie con ésta.
Debo afirmar que eso es muy lindo de su parte, pero no me gusta que se esfuerce, apenas ayer había sufrido esa golpiza, por lo que me puse de pie y le "arrebaté" el bolso de su hombro.
Obvio me dedicó una mirada de confusión, por lo que me vi en la necesidad de explicar.

Estas lastimado, eso podría empeorarte... Ayer le pregunté a la enfermera sobre tú estado luego de que te habías ido a casa... Debo admitir que estaba preocupada.

TaeHyung solamente se limitó a sonreír antes de emprender camino hacia uno de los restaurantes que se encontraban dentro del centro comercial de la ciudad, sí, en Seúl había muchos centros comerciales, pero éste era más "famoso" entre los habitantes debido a su deliciosa comida. Bueno, la verdad no era tan famoso, pero quiero tapar mi pobreza.

Decidimos comer pizza, fue un almuerzo muy agradable, pude darme cuenta de que Tae era un chico con demasiado sentido del humor y también una persona demasiado random.

Entre tantas risas e intercambio constante de palabras, me decidí por preguntarle algo que me había "atormentado" desde ayer.

Tae... ¿Porqué Hoseok te hizo esas cosas?...

Ah, eso...—pude ver como mordía su labio inferior, quizá se sentía un tanto incómodo, y a decir verdad no lo culpo.— Hoseok... Dijo que soy horrible, que nunca tendría una linda novia por culpa de mis gafas estilo Harry Potter... Yo traté de defenderme pero... Al intentarlo terminé humillado.

Espera, ¿te golpeó solamente por eso? Dios, es demasiado infantil... Tranquilo Tae, no eres feo, eres muy adorable y tu sentido del humor es increíble... A partir de hoy serás mi amigo y no dejaré que ese idiota vuelva a molestarte.

Las mejillas de Tae tomaron un ligero color rosado, algo que era notorio debido a su tono de piel pálido.
Sin embargo trató de ocultarlo bajando la mirada.

El resto de la tarde nos la pasamos caminando por los alrededores del centro comercial, todo genial hasta que la hora de irme a casa llegó.
El chico alíen fue muy educado y me dejó hasta la puerta de mi sagrado hogar, algo que obviamente agradecí con demasiadas reverencias, incluso iba a darle dinero para el transporte público, pero raramente... Me enteré que su casa estaba a un par de calles de la mía, algo que me causó gracia y alegría, ahora tendría con quien ir a pasear cuando mis amigos me dejen sola.
@SeulGi.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2017 ⏰

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