14 Twins

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—sí—dijo Blake en voz baja.

Taydem soltó un suspiro, quería golpear la pared hasta dejar una mancha de sangre en ella, pero porque le molestaba tanto, normalmente el podía ver que matasen a alguien a golpes y simplemente lo ignoraría, que tenía Blake que lo hacía preocuparse por el.

—¿es la primera vez?—dijo mirando al castaño, este mordió sus labios, como si mediara mentalmente, decir o no la verdad, para ser sinceros, si quien preguntase no fuera Taydem el estaría asustado, no se sentía capaz de compartir esto con el mundo.

—es la primera vez que deja marca—dijo mirando al rubio, la expresión del otro se opaco y mal.

—ese hijo de perra y voy a suponer que no quieres que haga nada —dijo enojado, pero irónico, Blake podía distinguir como el enojo del rubio no era para el.

—¿porque lo dices?—pregunto curioso.

—porque el que las salva nunca es el héroe, experiencia propia—dijo mirando con ironía hacia el castaño —en fin ¿quieres que te ayude a cubrirlo? —termino preguntando lo que de hecho sorprendió a Blake.

—¿de qué hablas? —preguntó inocente el castaño.

—maquillaje, como te dije esto le sucedía seguido a mi mama, yo solía maquillarla para que no se notara y me salía muy bien, a menos que quieras salir así a la fiesta lo cual dudo —dijo el rubio.    Blake captó el mensaje y le pidió a Taydem que esperará mientras él iba por el maquillaje de su madre.

Unos minuto después regresó con todo y Taydem lo maquillo.

—el lado bueno es que tú y tu mamá tienen el mismo tono de piel, el lado malo es que siempre está un poco hinchado pero creo que puedes disimular lo suficiente como para que no se note —dijo Taydem.

—gracias, no sabía que inventar y sé que se darían cuenta —dijo el castaño soltando un suspiro.

—solo no dejes que pase de nuevo, los hijos de puta siempre dicen que es la última vez pero créeme no lo es —dijo Taydem arrugando el rostro.

—lo prometo, por cierto gracias por venir a mi fiesta —dijo Blake sonriendo.

—soy un hombre de palabra, por cierto en serio cumples el 14 de febrero o solo escogiste San Valentín para la celebración? —preguntó Taydem curioseando.

—no mi cumpleaños es hoy, justo hoy —dijo el castaño.

—eso significa que el san Valentín de tus padres no es un día ardiente desde hace cuanto, ¿16 años? —bromeó Taydem riendo, Blake río pero luego le dedico una mira seria.

—muy chistoso, ¿que hay de ti cuando es tu cumpleaños?—el rubio lo miro.

—1 de diciembre, pero dudo que mi madre haya creído que era un regalo de navidad —dijo mirando al castaño.

—creo que eras el regalo de día de gracias, estás más cerca de esa fecha —dijo el castaño.

—si si, mueve tu trasero a tu fiesta y deja que me termine de vestir con el súper Versace que me trajiste, por cierto lo del traje era broma, no distingo uno de segunda mano de otro de diseñador pero el detalle me gusto —dijo Taydem sacando a Blake de su propio cuarto.

Una vez que el propio Taydem termino de arreglarse, salió a la fiesta.

Todo era como él lo esperaba, muy sobrio y fino en extremo, su presencia rápidamente acaparó bastantes miradas, seguramente porque era un extrañó pensó Taydem.    Pero la realidad es que él era lo suficientemente sexy como para opacar el panorama, las miradas en el iban desde mujeres casadas hasta chicos del colegio de Blake.

El tema de la fiesta era Montecarlo, muy clásico, pero Taydem se había divertido bastante acabando con el que se atreviera a apostar contra él, eso era lo que había hecho por dos horas, hasta que noto que había dejado su celular en si chaqueta y decidió ir por el.

De repente se vio interrumpido por unos brazos  que rodearon su cuello y lo arrastraron hasta el cobertizo de la casa donde ya nadie podía verlos.

—¿qué rayos haces aquí?—dijo Erika furiosa, mientras detrás de ella se posaba un hombre joven de unos veinticinco, rubio, alto, delgado y muy definido.

—¿acaso eres ciega? Disfruto de la fiesta —dijo Taydem desafiante, el hombre trató de proteger a Erika poniéndose a la defensiva, pero Erika se defendía bien sola y le plantó una cachetada mortífera a Taydem, este revolvió los ojos y acomodo su mandíbula para volver a ver a Erika.

—escúchame, controla a tu perro guardián y cálmate, que de cualquier forma a esos golpes estoy tan acostumbrado que no me causan ni cosquillas—dijo molesto pero de forma civilizada y mofándose del golpe que la verdad parecía que le había dolido más a Erika.

—tu trabajo era sacar a mi hermano y eso era todo, no tenías ni el más mínimo derecho de hablarle y menos de venir aquí, tú eres por mucho el tipo de gente del que él se debe alejar ahora —dijo Erika furiosa.

Sorpresivamente para Erika y el hombre, Taydem soltó una carcajada.

—¿gente como yo? ¿Es una broma? No le hace falta, para eso ya te tiene a ti, una perra loca que se aprovecha de huérfanos de la calle para que hagan su trabajo sucio —dijo Taydem haciendo que el hombre se acercara a el.

—a ver tu cálmate muñeco de pastel, este no es asunto tuyo, dime Erika dije alguna mentira, no no la dije y lo sabes, Blake está rodeado de la misma basura que yo pero con más plata y clara tu esa no la ves —dijo molesto.

—¿de qué hablas? Solo lárgate de aquí y ya —dijo histérica, más que nada porque Taydem tenía razón ella y muchos ahí no eran mejor que nadie.

—no, yo pensaba largarme porque tantos snobs me dañan la salud, pero ahora que sé que te molesta me voy a quedar la fiesta completa y el after party también, asique con tu permiso —dijo saliendo del lugar mientras acomodaba su traje, nesecitaba un trago con urgencia.

Dos tragos de tequila del fuerte después el nivel de la presión definitivamente le había bajado al rubio, pero sin un duda no había un tercero malo, pensó mientras caminaba al bar a pedir otro trago, dios bendiga su credencial falsa.

—Hola—escucho dos voces al unísono, se dio la vuelta y pronto encontró dos rostros muy parecidos.

—No, me digan, Jason y Cheryl Blossom? —dijo bromeando, mientras recordaba a los mellizos de Riverdale, el programa de TV.

—tomaré eso como un cumplido, somos Damián y Dior -dijo la chica señalando a su hermano y luego a ella misma.

—¿como la marca? —dijo pensando en el extraño nombre.  ¿Como es que lo dice tan campante? Donde el rubio vive la habrían golpeado solo de oír el nombre.

—como el bisabuelo, Christian Dior —dijo Damián.

Dios qué suerte.  Más snobs, tendré un letrero que diga si suda billetes hábleme, pensó tratando de alejarse, lo que fue imposible porque los gemelos lo rodearon.

—somos mejores amigos de Blake y créeme queremos ser tus amigos —dijo la chica con una sonrisa escalofriante.

Taydem trago grueso por la noche que le esperaba.

Multimedia: Gemelos

Publicado el 17 de septiembre, 2017.

Differents (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora