THESE GIRLS / WHY DON'T WE

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Another day/ Otro día

Al día siguiente

NARRA KIIARA

Ayer todo había terminado bien, no hubieron más intentos de suicidio, no hubieron más instrumentos rotos, ni hubieron más discusiones entre Jonah y yo. Nos limitamos a ignorarnos. Él parecía agradable, claro, con sus amigos. A mi cuando me miraba era como si me odiara a muerte. ¿Qué pasaba con él?

Como sea, salí de la ducha con una toalla de baño negra. Elegí la ropa interior negra, unos shorts de talle alto de mezclilla, un suéter de rayas negras y blancas hasta la cintura, y unas sandalias negras. Até mi cabello en una media cola, tomé mis lentes de sol y fui a mi auto. Debía ir al seguro de autos con Jonah.

Entré a su perfil en Instagram, el aire comenzó a faltarme cuando vi nuestra foto juntos. No era posible. Miré de nuevo, decía: SIN COMENTARIOS😒

Me asusté cuando mi celular comenzó a sonar y era Jonah. ¡Rayos!

—Halo—contesté aún procesando todo.

—¿Dónde estás?—preguntó rápido.

—En mi casa—respondí simple.

¿Por qué demonios el había publicado nuestra foto?

—Llevo casi media hora esperándote—se quejó Jonah muy molesto.

—Lo siento, voy saliendo para allá—hablé y colgué para que no respondiera.

Fui por Grace antes de ir con Jonah. No quería estar con él a solas. Cuando llegamos Jonah estaba sentado sobre el capo de su auto con Daniel.

—Hola Daniel, hola Jonah—saludó Grace encantada de ver a Daniel.

—Hola, chicas—saludó Daniel poniéndose de pie—Grace—besó la mejilla de mi amiga y la abrazó tierno—Kiiara—besó mi mejilla.

—¿Cómo están?—pregunté quitándome mis lentes de sol para verlos a color.

—Estupendamente—respondió Daniel mirando a Grace. ¡Dios, que obvio!

—Terminemos con esto de una vez—habló Jonah por fin incorporándose de un salto.

—Bien—estuve de acuerdo—Vamos Grace—tomé a mi amiga del brazo.

—Estaba pensando que Grace y yo podríamos quedarnos aquí—me dijo Daniel tomando la mano libre de Grace.

—Me da igual—dijo Jonah cortante.

Miré a Grace quien me hacía cara de perrito, quería de verdad quedarse a solas con Daniel.

—Bueno, no hagan cosas malas—advertí soltando a mi amiga.

Los dos tórtolos se sonrojaron.

—Kiiara, por favor—me dijo Grace sonriendo.

Me fui con Jonah, a solas. ¡Maldito silencio incómodo! Entramos a la oficina. Luego de pelear mientras contábamos la historia de nuestro accidente, la secretaria nos calló.

—Gracias por guardar silencio al fin—nos dijo con su cara de trasero, mientras anotaba no sé que tantas cosas en su computadora—La cosa es así, dejan los autos y al final de la tarde estarán como si nada, sólo tienen qu...—Jonah y yo la Interrumpimos.

—¿Al final de la tarde?—preguntó Jonah.

—¿Qué haremos hasta entonces?—cuestioné yo.

—Ese es su problema. Siempre he oído que nuestros clientes esperan en el centro comercial a dos calles de aquí—explicó la mujer poniendo dos documentos en el escritorio—Ahora sólo tienen que firmar aquí—señaló dos espacios en blanco.