EL DIA QUE !NO¡ DEBIA PASAR

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Toda la semana estuvimos arreglando y ordenando nuestro nuevo apartamento, entre tareas y el trabajo estaba exhausta, el despertador como siempre tan imprudente interrumpiendo mis sueños, aunque daba lo mismo nunca recordaba ninguno, eran las 7:00 am y lo único que quería era dormir de sábado a domingo, pero no podía, tendría que ir a mi rancho a la fiesta que ofrecería mi papá, además ya casi tendría 8 meses sin ir al rancho, cosa que tenia muy triste a mi madre y abuela.

-Alexa me voy, vuelvo el lunes te cuidas y te portas bien. --Dije tocando la puerta de su habitación.

- De acuerdo Lu ¡que te diviertas !

Apenas salía de mi casa cuando suena mi móvil.

-Bueno, hola papá, ¡si, si, ya voy en camino! despreocúpense si llegare para la fiesta.

- De acuerdo mi gorda bella, aquí te esperamos, me hablas cualquier cosa.

- ok . ¡ besos!

- ¡besitos, princesa!

Mi papá siempre había sido el padre más cariñoso y atento del mundo, en especial con cada una de sus hijas, pero debo reconocer que tenía un mayor apego y cuidado por mi y yo por él, mis hermanas tenían mas afinidad con mi madre, cosa que a mi siempre me costo un poco más, desde niña había querido que yo fuera tierna y delicada "toda una señorita" a mis hermanas eso si les resultaba, a mi no, yo nunca aprendí costura, cocina, y labores de hogar, como ellas tan perfectamente y a detalle, los detalles simplemente nunca fue lo mío.

Llegue a mi rancho al rededor de las 2:00 pm como siempre con mis jeans azules, mi camisa roja de deportes de la universidad, mis converse, mi coleta mal alineada, con mis gafas que bueno a decir más que parte de mi vestimenta eran parte de mi organismo ya que sin ellas no veía mas que sombras.

- wow, cuanta gente por aquí- mencione mientras entraba por el jardin trasero de mi casa habia muchas personas del partido ajustando los detalles de la fiesta.

- ¡Hija bienvenida! cuanto te extrañe -- me dijo mi madre a la par de un fuerte abrazo, justo lo que necesitaba debo admitir despues de todo el estrés de los ultimos meses, la abrace fuerte y agradecí al cielo por estar en casa, apenas seguí caminando, me econtré con Abundio, el perro de la familia juguetee un poco con él y continue mi camino por todo el jardin hasta llegar a la puerta estaban todos mis hermanos comiendo una merienda que mamá había preparado para sus hijos ya que desde que iniciamos la universidad no era muy común que todos estuvieramos juntos.

-Elenita la niña más bonita del mundo ¡mi princesa caramelo! ¿como estas? ¿que tal la escuela?-pregunte.

- Bien muy bien ¿me trajiste algún regalo? -- me preguntaba mientras me abrazaba y arrebataba la maleta.

- Solo si tienes dieces en las boletas Elena -- sonrió porque sabía que si contaba con ello era una niña muy lista y las buenas notas no eran raras en ella.

-hola mi güero - salude con un beso a mi hermano en la mejilla

- hola hija, que bueno que ya estas aquí.-- nunca he comprendido porque me dice hija si es mi hermano no mi padre y además es menor que yo, pero bueno raresas de él y esta bien yo lo acepto será porque siempre nos cuida, se cree ese papel.

- Lu grandioso que estes aquí, necesito que me ayudes con una tarea de mate, el profe Luis nos ha dejado tarea como para el curso completo de preparatoria.-comento Sol.

- ya sabía yo que este abrazo y estos besos no serian gratis mi Sol. -- reímos juntas.

- hasta el final de la mesa estaba la más grande pero pequeña de la casa, Bella, vaya que le hace honor a su nombre. - hola pequeña, le dije mientras la saludaba.

🌻J 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora