Girasol

38 0 0
                                    

A la mañana siguiente, escuché las voces de mis hermanos en el comedor ya casi eran las 9:15 am, un delito despertar a está hora en un rancho, cosa extraña, que no hayan venido antes a levantarme, como es costumbre, salí con mi pijama o lo que utilizaba como tal, un shorts​ de portero de mi hermano y una playera enorme del partido político de mi padre y claro mis chinos rebeldes en un nudo alto.
- ¡Buenos días, familia!
- ¡ Buenos, bella durmiente! - con tono burlesco, exclamó mi hermano Valente.
- No la molestes, hija, ¿que es lo que te apetece desayunar? - intervino mi madre.
- Lu, la ciudad te ha vuelto bastante floja, sabes, ya nosotras cocinamos, ordenamos el jardín, y ayudamos a Valente y Jafet a ordenar los nuevas semillas que se sembraran este temporal. - argumento Elenita, me sentí muy apenada, ya todos estaban bien vestidos y habían echo múltiples labores, como era la rutina.
- Te traje un pajarete - se dirigió hacía mi, Sol, mientras se acercaba, para entregarme el termo. - una bebida de leche, recién extraída de la vaca, combinada con alcohol y chocolate, ya sé, es raro, y está, solo es una de múltiples combinaciones de el pajarete.
-Gracias mi Sol - No agradezcas, lo preparo Jafet, espero no esté muy frío aún.
- ¿ Jafet ?
- ¡Buenos días! Ani - estaba tan adormilada, que no me percate que en la mesa estaba otra persona, que además me saludaba tan confiadamente y sabía mi segundo nombre, pocos me llamaban así, mi madre cuando estaba molesta, mi tía favorita, Clara y mi abuela Esmeralda.
- ¡ Buenos días! - respondí sorprendida.
- perdón, no me he presentado, soy Jafet Cervantes, amigo de tu padre.
- De la familia, ¡amigo de la familia!-interrumpió mi madre.
-Gracias, señora Flor - Esa voz, oh sí, ya la reconocí, es con quién tropecé ayer por la noche.
- Mucho gusto, Jafet. - le extendí la mano para saludarlo, su mano estaba calida, se podía sentir el trabajó duró en sus manos, es apuesto debo reconocerlo, pero jamás sería de mi tipo, su test clara, confección delgada y no supera los 1.67 cm de altura seguramente, tiene lindos ojos, hace juego con su sonrisa, oh sus oyuelos son lindos...
- Valente, necesito que me acompañes a traer los complementos para la
siembra, Elena necesito que limpies el establo, Sol ayúdale, Bella necesito las facturas de las pasturas vendidas, para hoy mismo, Lu ayudarás a Jafet a vacunar los gallos y atender los cerdos.- interrumpió mi padre mi ola de pensamientos locos, con su paso apresurado y sus órdenes inmediatas, enseguida todos terminaron y se fueron a hacer sus tareas, tome un pan con mermelada y subí a cambiarme, mis jeans, blusa campesina, botas de piso y coleta alta, dejando caer, en cascada mis alborotados chinos, lista, dije mientras bajaba corriendo las escaleras
- perfecto Ani, que nos espera arduo trabajo -me contestó Jafet.
- ¿ Que sabes de gallos, Ani?- me preguntó mientras caminabamos al establo.
- No mucho, en realidad yo antes me encargaba de el establo, no sabía que ahora papá tenía gallos, bueno además de los de cría de siempre.
-Lo sé, hace algunos meses cuando me asocie con tu papá, se nos ocurrió poner de cuido algunos gallos giros, pero pronto de alguna manera ya tenemos 86 y de los mejores de la región.
- ¡Disculpa! ¿86? ¿Escuché bien?
- jajaja ¡si! escuchaste, bien.
- Eso significa, que ¿vacunaremos a 86 gallos?
-No, eso significa que limpiaremos, 86 jaulas, 86 bebederos, alimentaremos 86 gallos y vacunaremos 72 porque 14 ya fueron vacunados antes. - me explicaba a detalle mientras nos dirigimos a la parte trasera del establo donde se acondicionaron jaulas para estás aves, mientras colocabamos comida en cada jaula, podía sentir sus discretas miradas que me sonrojaban, intentaba no prestar mucha atención y concentrarme en lo que hacía.
- Ani, ¿Cuál es tu color favorito?
- ¿Disculpa?
- si, ¿Cual es tu color favorito? Claro, si puedo saberlo.
- porsupuesto, es el azúl - Dije sonriendo, fué algo natural, su pregunta me había relajado.
- azúl cielo, ¿ Verdad?
- Bueno, todos los azules, pero si, el azúl "cielo" me parece muy lindo, y el tuyo ¿Cual es tu color favorito?
- morado - me contestó sonriendo, ahí estaba de nuevo su sonrisa perfecta, tiene ojos bonitos, pero con su sonrisa hacen el juego perfecto y no era justo que sus oyuelos fueran tan encantadores.
- y... ¿Cuál es tu animal favorito? - le pregunté.
- Los caballos pero me agradan también los cachorros, de echó tengo 2 pastor aleman, la generala y napoleón.
- jaja que nombres tan originales - dije sarcástica
- no tanto como abundio - de inmediato respondió.
- a mi no me veas, fué idea de mi padre.- reímos los dos.
- ¿frío o calor?
- frío - respondí
- ¿Chocolate o Vainilla?
- vainilla, no me gusta el chocolate, tengo una extraña manera de hacer comparaciones y en este caso mi cerebro imagina que es  lodo. - contestó sin titubeó, raro pero comprensible.
- ¿ Canción favorita?- esa pregunta no la esperaba, nunca he tenido una canción ¡Favorita! siempre escucho las de "moda" y después las olvidó.
- todas y ningúna. - fué lo que le pude contestar, me miro de una manera extraña, estábamos ya por acercarnos, al encontrarnos entre las jaulas, que no me di cuenta y creo que el tampoco.
- ¿Sol o luna? - seguí...
- definitivamente la luna, pocas cosas tan bellas como la luna.
- oh ¡perdón! que torpe, no fue mi intención - estaba tan emocionada en el juego de preguntas, que no me percaté de la proximidad en la que nos encontrábamos, le derrame todo una charola de alimento para gallos en su camiseta, ¡rayos! pastura con clara de huevo, trozos de manzana y plátano, no sería fácil de quitar y el olor no es lindo.
- Descuida Ani, todo esta bien. - me respondió mientras se desabotonaba la camiseta azul a cuadro que vestía, dejando, solo una camiseta blanca sobre su torso y descubiertos sus hombros, bien trabajados, como bronceados por el sol, continuamos hasta terminar de alimentar cada uno de los gallos.
- prefieres ¿inyectar o detener el gallo? - me preguntó.
- La verdad, no soy muy buena con estás aves, así que yo inyectare. - Enseguida empezamos a preparar todas las jeringas, con sus debidos medicamentos, mientras continuamos hablando de series de TV y canciones.
- iniciaremos con centenario, es un gallo muy bueno, aunque ya es viejo. - así uno a uno, me explicó​, su historia y nombre, dónde los habían adquirido y la mayoría de como los compraban por una ganga, ya sea él o mi padre, era muy gracioso, no me percate que ya casi era la 1:00 pm y aún nos faltaba limpiar la parte de los cerdos.
- Este es el último, fajir es de origen árabe y es muy fino, pero también muy bravo, no le gustan las inyecciones. - no se dejaba de mover, aunque Jafet lo sostenía fuertemente con sus palmas, nos estaba causando tremendo lío, hasta que Jafet con uno de sus brazos lo sujeto fuertemente contra su pecho, dejando su brazo frente a mi, situación que me puso algo nerviosa, mi mano tituveaba al intentar colocar la jeringa, aunque rogaba a mis adentros se controlarán, simplemente no podía, ¿que pasaba ahora? ¿era que un chico me ponía nerviosa? ¡Noo! Esa no era yo a mi ningún chico me sonrojaba, intimidaba o desiquilibraba, no a mi, antes habían existido chicos guapos, pero por su patética manera de comportarse o pensar, siempre rompían el encanto, jamás antes alguien ha logrado algo así conmigo, claro toda esta información estaba siendo negada por mi razón y en ese momento solo era empatía, que tenía que generar hacía el socio y amigo de mi padre, además Jafet en ese entonces era 8 años mayor que yo, después de algunos minutos, pude colocar correctamente la jeringa, terminamos de ordenar las jaulas y nos dirigimos a los cebaderos, afortunadamente no eran tantos cerdos como gallos y mi papá había implementado un sistema manual de lavado, solo manipulando las llaves de desagüe, esta parte la realizó prácticamente Jafet ya que yo no sabía muy bien la dirección de cada perrilla.
- Ani, ¿puedes cerrar la manguera del fondo? Por favor.
- seguro - me dirigí a cerrarla pero estaba algo dura y al moverla de dirección, sin querer lo moje en gran proporción, a no señorita, esto ya es personal y se dirigió a alcanzarme, con otra de las mangueras, corrió tras de mí un poco hasta lograr entrar en una guerra de agua, hasta que tropezamos y caímos al pasto uno al lado de otro sin poder contener la risa.
- Lu, Jafet, vamos es tarde tenemos que ir ya a casa nos esperan para la comida - era Osmar que también trabajaba con mi padre y había venido a buscarnos, al llegar a casa, todos estaban esperándonos, fue algo incómodo las miradas y risas por parte de mi familia por vernos, agitados y mojados.
- ¿Que ocurrió, con ustedes muchachos? - preguntó mi madre.
- un problema con las llaves de el desagüe, pero todo bien señora. - volteamos a mirarnos y reímos entre dientes.
- vamos vengan a la mesa - dijo papá extendido la mano a nuestros lugares.
- prepare la carne en guisado que tanto te gusta mi Ani.- me dijo mamá
- wow también es mi favorita - mencionó Jafet mientras le aproximaba un plato Milagros, o Mila como todos la llamamos, había sido nuestra Nana, desde hacía 12 años cuando nació Elenita, después de la oración de gracias, por los alimentos, la plática se desarrollo, solamente de vacunos, maíz y mezcal, ya que habían cultivado los anteriores en sociedad, entre mi padre, Valente, Osmar y Jafet, de vez en vez una intervención de mi madre, velando que todos terminarán su platillo, apenas pude terminar, me dirigí a darme una ducha, no podía dejar de pensar en lo bien que había pasado la mañana y lo agradable que era Jafet, algo dentro de mis emociones me hacía tararear canciones románticas, por la tarde como de costumbre fuí a visitar a la abuela Esmeralda, regamos y podamos su invernadero, tenía todo tipo de hierbas y flores, me acompañaron, Bella, Sol y Mila, justo cuando pasábamos frente a la plaza pude ver a una chica de vestido corto y ajustado, de muy buenas caderas, pelo largo y alaciado, recargada sobre una esquina, un chico la orillaba con su brazo sobre la pared, estaba tan despistada que no pude ver la identidad del caballero.
- Ya vieron al joven Jafet- pregunto Mila, dirigiendo su mirada a mis hermanas.
-Si está con Barbara Rojas, desde hace tiempo se les ve juntos, pero no creo que sea algo serio, ya saben lo que dicen. - contestó Sol
- ¿Que es lo que dicen? - pregunte intrigada.
- Que Jafet es un Don Juan, nunca ha tenido novia, no una formal, solo "amigas"- respondió Bella, por alguna extraña razón, mi pecho se comprimió, sintiendo un extraño dolor, que no conocía, seguí caminando como si el tema fuera tan trivial, como cualquier otro, aunque por dentro... Me pareció bastante largo el camino hasta casa de mi abuela, después de esa escena, se le miraba tan entretenido, que no se percató que lo observabamos.
- mis niñas que bueno que han venido, justo tengo un chocolate caliente y un pan de elote recién horneado, para ustedes - todas celebraron y se dispusieron a la merienda, yo preferí pasar directamente hasta al fondo del invernadero, intentaba quitar parte de maleza, cuando escuché la voz de Jafet decir a mi abuela, que venía a traer unas semillas de cilantro y garbanzo que le había pedido antes, si también, era ahora uno de los chicos consentidos de la abuela, al parecer de vez en vez, le ayudaba a mi abuela a mantener a flote el invernadero, ya que para mí abuela no era sencillo por su edad y cataratas, lo mejor de todo decía mi abuela, siempre lo hacía con una sonrisa y a cambió solo de algunas galletas horneadas con un poco de leche.
- hola Ani, ¿te ayudo? - Espera, es más fácil, si jalas el pasto con tu peso, no solo con la fuerza de tu mano, se acercó en mi ayuda y lo hacía parecer tan fácil.
- mirá ¿que tenemos aquí? Un girasol, oculto en la maleza, señora Esmeralda, no sabía que también cultivaba girasoles.
- no hijo, en realidad nunca he tenido girasoles en mi invernadero, son flores que necesitan al sol para crecer y necesitan mucho espacio miden de un metro hasta tres, no se como pudo colarce esté pequeño girasol bebé hasta aquí. - Justo cuando mi abuela, nos hablaba sobre los girasoles llamaron a la puerta.
- ahora vuelvo hijos, veré quién se a dignado a visitar a está joven anciana.
- Es linda- dije
- Es mi favorita, por la noche, sus pétalos son cabizbajos, no tiene amor, pero viene la luna y la consuela, hasta que con el día, el girasol se despierta y se mueve hacia el sol, siguiendo al astro en su ruta de este a oeste, como agujas de un reloj, dándole vida y resplandor.
- bonita metáfora, te veo después Jafet, tengo que irme, debo arreglar mi maleta, mañana temprano debo regresar a la ciudad.
- ¿nunca te quedas más tiempo?
No, la universidad y el trabajo, no me lo permiten.
- comprendo y ¿Cuando volverás?
- no lo sé, tal vez, en un mes, tal vez.
- En dos semanas es mi cumpleaños
me gustaría que vinieras.
- no lo creo, Justo tengo que entregar un proyecto, para esas fechas, es importante, sobre un probable ascenso en mi trabajo, digo si todo resulta.
- Entiendo, bueno, justo voy para tu casa, si gustas te llevo, traje mi camioneta.
- esta bien, gracias- nos despedimos de mi abuela y emprendimos camino a mi casa, digo no eran grandes las distancias, y perfectamente pudimos haber ido caminando, no se porque le había dicho que si, en el camino solo hablaba con mis hermanas y Mila, yo prefería ir pegada a la ventana, viendo las calles.
- gracias, Jafet.- al unisono dijeron mis hermanas.
- muchas gracias joven - agrego Mila
- Hasta luego - dije mientras bajaba, el solo arrancó.
- ¿Estás bien niña Lu? fuiste algo grosera con el joven Jafet. - me reprendió Mila.
- ¿No te ha caído bien? - me cuestiono Bella.
- obvio somos, buenos amigos, hasta me invitó a su cumpleaños en dos semanas. - todas me miraron asombradas.
- ¿Que pasa?- pregunte
- Todo mundo sabe que Jafet, no festeja su cumpleaños, nunca lo ha celebrado.- me contestó Sol.
- Niña Lu, el 30 de noviembre, cumpleaños del joven Jafet, es el mismo día que su mamá murió cuando el tenía apenas 4 años, por eso aunque el es muy alegre y le gustan mucho las fiestas, ése día nunca festeja.
- me quedé boquiabierta, con lo que me acababa de decir Mila, no tenía idea, entonces ¿porque me había invitado?, si no festeja, ¿que lo hizo cambiar de opinión ahora? no me sentía bien, preferí no pensar más en Jafet y fuí a dormir, total mañana partiría a la ciudad y todo volvería a ser tan patético, rutinario y aburrido, como siempre ha sido mi hermosa vida, con la cual había sido hasta ahora muy feliz y no tenía porque cambiar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 20, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

🌻J 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora