Este domingo tenía franco, así que decidí ir a visitarlo. Organizamos bien como haríamos; yo me quedaría en su casa, y grabaríamos un par de videos. Estaba emocionado, quería aprovechar esta oportunidad para por fin declararle mi amor. Hacía ya bastante tiempo que él me gustaba, pero nunca se lo dije a nadie; no quería arruinar nuestra gran amistad. Estos días había empezado a prepararme mentalmente para cuando llegase el momento de declararme, pero todas las formas que se me ocurrían no me convencían.
Había llegado el día en el cual viajaría a Buenos Aires, y todavía no había pensado en qué le diría. Anoche no pude dormir bien porque había estado dándole mil vueltas al asunto, así que aproveché el viaje para poder descansar un poco. Estaba demasiado nervioso, ¿Y si esto arruinaba la amistad? ¿Si el no gustaba de mi? Yo sabía que él era homosexual, pero aún así quería intentarlo, no podía guardarme más este sentimiento. Ya casi llegando, le mandé un mensaje para que viniera a buscarme; cada vez faltaba menos.
Llegué. Fue ahí cuando lo vi, hermoso como siempre. Me acerqué y lo saludé con un abrazo, pude sentir el olor de su perfume, el cual era.. Riquísimo. Nunca olí un perfume tan rico, y.. No me sorprendía viniendo de él.
V: Hola bro, ¿Todo bien? ¿El viaje? Jeje.
F: Si, si. Todo bien, gracias. ¿Vos qué onda?
V: Cansado, no dormí nada..
F: ¿Otra vez? ¿Por qué no dormiste?
V: Eh.. Nada especial.
F: Bue, sos un tarado bro.
V: Si.. ¿Vamos?
F: Dale.
Empezamos a caminar hasta su casa. En el camino, pude notar que algo le pasaba a Vector, no estaba siendo como era siempre. Caminaba más lento de lo normal y parecía preocuparle algo, estaba como perdido. Me abstuve a preguntar qué le pasaba y seguí caminando. Una vez que llegamos al edificio, procedimos a subir al ascensor. Mientras este subía, Vector me explicaba bien las ideas de los videos que íbamos a grabar, pero no pude darle mucha bola. Hoy en especial, tenía un brillo en los ojos que me llamaban demasiado la atención; no podía dejar de mirarlos.
V: Eu, ¿Me estas escuchando?
F: Eh, sisi. Seguí.
Continuó contándome las ideas, hasta que llegamos a su piso. Entramos al departamento, dejé mi mochila al costado de su cama, y me senté en ella. Vector se sentó en la silla, prendió la PC, y puso un par de videos de risa. Menos mal que lo había hecho, eso calmaría bastante mis nervios. Luego de un rato, Vector gira la silla hacia mi y me pregunta
V: Eu, ¿Querés algo para tomar?
F: Si, si. Dale.
Vector se levantó y se dirigió a la cocina. En ese poco trayecto que hizo, volví a ponerme nervioso; decidí que cuando volviese, al fin le diría lo que siento. Me arreglé un poco el pelo, la camisa y me eché rápidamente un poco de perfume. Vector volvió con dos vasos de pepsi.
V: Tomá.
Vector estiró su brazo ante el mio, y antes de que pudiese dármelo, este se cayó sobre mi. Todo mi pantalón y parte de la cama estaban empapados. Ví la cara de vergüenza de Vector mientras no paraba de pedirme perdón.
V: UY PERDÓN BRO, AHÍ TE LIMPIO
Vector salió corriendo hasta la cocina en busca de un trapo. Cuando volvió insistía en querer limpiarme el pantalón; dejé que lo hiciese. Vector comenzó a refregar el trapo sobre mi pantalón, pero para sumarle a mi mala suerte, la mayor parte de la pepsi había caído cerca de mi pene.. Cada movimiento que hacía él, me empezaba a excitar. Llegó a un punto que no era posible disimularlo, tenía la pija totalmente parada.
