Capítulo Único

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Existen muchas historias de fantasmas, bestias, demonios y demás relatos de actividad paranormal. Muchos de estos relatos afirman ser verídicos, sin embargo, muy pocos pueden asegurarlo por sí mismos y permanecer en un estado de lucidez después comprobar que estas leyendas son ciertas.

Esta leyenda urbana es muy conocida en España, y cuenta la historia de un hombre rubio de nombre Naruto, que vivía tranquilamente acompañado de una chica cabellos rosa, quien era su mejor amiga, Sakura; y también con un pelinegro de nombre Sasuke, con este último, Naruto mantenía una relación secreta a los ojos de la chica.

Las cosas entre ellos tres andaban bien, convivían como una familia, hasta que la desgracia los alcanzó. Todos habitaban una casa que hoy en día, se encuentra en la ciudad de Cádiz, enfrente de un famoso monumento que personifica al Márquez de Comillas y recibe el nombre de la Casa de los Espejos.

Naruto viajaba constantemente fuera del país por razones de trabajo, no podía llevar a Sasuke con él, ya que el pelinegro tenía una extraña enfermedad que le impedía entrar en contacto con la luz del sol, y en cuanto a Sakura... pues, ella debía quedarse en casa para cuidar de Sasuke, así se lo pedía Naruto.

Antes de que Naruto partiera a cada uno de sus viajes, Sasuke le pedía como regalo que le llevara un espejo de los lugares que visitaba. Este chico era la adoración del rubio, por eso nunca se negaba a sus peticiones. Fue así como el joven azabache, pronto acumuló una colección enorme de espejos, en los que gustaba de mirarse, sabía que tenía un gran atractivo físico, y eso aumentaba su ego. A pesar de su condición, Sasuke nunca se dejó morir, porque contaba con el apoyo y amor de Naruto.

Tanta atención del rubio hacia el otro muchacho, hacía que Sakura sintiera que los celos se apoderaban poco a poco de ella. No le agradaba aquella situación, antes Naruto solo tenía ojos para ella, pero la situación cambió de un momento para otro. Naruto era amable siempre, pero la pelirrosa quería más que eso. En algún momento, Sakura sintió que solo era un mal tercio, la que sobraba en aquella casa, no estaba al tanto de la relación amorosa que mantenía sus amigos, pero se sentía menospreciada.

En uno de los tantos viajes, mientras Naruto se despedía de sus compañeros de casa, cometió un error que le costaría caro. Primero se despidió de la chica, quien después de eso se retiró hacia la sala de la casa. Sakura quiso intentar algo nuevo para atraer a Naruto de nuevo. Mientras regresaba donde estaban los dos hombres, se detuvo a medio camino, quedó perpleja tras lo que vio...

Naruto estaba besando con mucho amor a Sasuke, y este parecía corresponder.

Fue allí que la chica comprendió todo, ese par, estaban juntos a sus espaldas. Eso la enfureció aún más, al menos debían contárselo y no tenerla como una intrusa en ese lugar. Se sintió usada, traicionada, odio y rencor, sumado a los celos y la impotencia que sentía, se orilló a si misma a cometer una locura en la ausencia del rubio.

Quería hacerles pagar a ambos, de modo que ideó un plan para volver a ser la única ante los ojos de Naruto, o eso era lo que pensaba ella.

Después de que Naruto se fue, actuó con normalidad ante el moreno.

Durante la cena, Sakura envenenó la comida del muchacho, mientras Naruto se encontraba en medio de su viaje, de modo que cuando él volvió, la chica se inventó una mentira acerca de la muerte del joven azabache, fingió estar entristecida al anunciarle la muerte de su amigo, lo que hizo enloquecer de dolor al rubio.

Pero por misteriosas razones, las cosas no resultaron bien para Sakura, cuando un raro evento le mostró la verdad al rubio.

De pronto los espejos de la habitación del moreno, comenzaron a reflejar como moría envenenado a manos de su cruel amiga. Naruto al enterarse de la verdad, la miró con desdén, con odio, una mirada que caló en lo más profundo del ser de aquella mala mujer, no tardó en hacerla confesar su culpa.

La Casa de los Espejos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora