Ahí estaba yo, esperando eso que no iba a llegar por sí solo. Ahí estaba con una copa en una mano y una hoja en la otra, solo logré escribir un "te extraño" porque me parti en llanto de solo pensarte. Se me vinieron a la cabeza tus "te quiero", esos que sonaban tal dulces al salir de tu boca. También recordé tus besos esos que no se comparan con nada, esos que te hacían pedir más, que por más bocas que recorras no vas a olvidar.