Capítulo 1.

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Capitulo uno;

Mis ojos me pesaban, no podía abrirlos, intentaba levantar mis parpados pero no podía, pesaban mucho. Estaba muy cansada y el cuerpo me dolía, quería quedarme todo el día ahí, pero la luz del sol que se filtraba por las persianas abiertas no me dejaba, era molesto sentir la luz en mi cara. Con un esfuerzo sobre humano, lo logré, abrí los ojos, pero al instante los volví a cerrar.

Maldito sol.

Me talle los ojos y los abrí lentamente, al lograrlo, suspiré, me cansaba solo el pensar que tenía que cruzar la habitación para cerrar las persianas. Me reí amargamente, como si tuviera que caminar mucho, vivía en una pocilga, y la habitación podía llamarla de muchas formas pero grande, no entraba en esa lista. Era algo realmente pequeño, así que me levanté con decisión y cerré las persianas. Podría ser un poco más del medio día, pero no me importaba con la cansada que estaba. Me regrese a la cama y me senté.

Mi aliento apestaba, lo podía sentir, tenía la sensación y un sabor desagradable. Mandito viejo, pensé al recordar la noche anterior. Intentando apartar los recuerdos, camine sobre el frío piso, y me dirigí hacía el baño que se encontraba al final del pasillo. Aparentemente, no había nadie, porque no se oía ruido alguno. Seguramente todas las tipas con las que compartía la casa, aún seguían dormidas, debieron haber tenido una noche cansada, sonreí, más mala que la mía, seguro que no.

Entré al baño y tomé mi cepillo y pasta dental, tenía que quitarme ese mal sabor de boca. Una vez que estaba cepillandome los dientes, pude ver mi reflejo en el espejo -o la mitad de el-, que estaba colgando de la pared. Realmente me veía mal. Tenía el maquillaje corrido. Y mi cabello totalmente hecho un nido. Se veía asqueroso y seguro que olía peor. Y no ayudaba en nada el hecho de que sólo tenía puestos unas bragas negras y una playera blanca con un horrible estampado que los cubría. Realmente me daba pena a mi misma.

Escupí al lavabo y me enjuagué; tomaré una larga, muy larga ducha, pensé y a continuación mi estomago gruñó. Bueno, tal vez la tomaría después de ingerir algo. Suspire resignada y salí del pequeño y sucio baño para dirigirme a las escaleras. El piso realmente estaba frío, bufé al arrepentirme por no haberme puesto algo de calzado.

Cuando estaba por llegar a los últimos escalones, casi chocó con Trixie, mi única amiga en este jodido mundo. Reí al ver la cara de espanto que tenía al estar apunto de estrellarse conmigo.

-         Estaba a punto de irte a buscar –soltó un fuerte bufido, y me miro seria- será mejor que bajes.

-         ¿Pasa algo? –Hice un mueca, algo no me estaba dando buena espina. Sin embargo ella sólo se encogió de hombros, y dio media vuelta para bajar las escaleras.

No había duda alguna, algo estaba pasando y probablemente no era algo bueno.

Hice una mueca más y la seguí, terminando de bajar las escaleras con ella, no obstante me arrepentí de hacerlo al ver a dos hombres parados en la pequeña salita de estar. Ambas miradas se posaron en mí. Diablos, resoplé en mi interior, al sentir sus miradas quemar en mi piel, y en lo mucho que estaba mostrando con sólo unas bragas y una playera.

-         ¿Quiénes con ellos, Trixie? –estaba incomoda con sus miradas y necesitaba saber quienes eran los dos estúpidos que me miraban sin pudor alguno. Aunque pensándolo mejor, serían clientes. Extraño, porque nadie venía a buscarlos aquí y menos en la mañana.

-         Hola, soy Harry –me saludó el chico de cabello rizado y unos grandes y expresivos ojos verdes- y él es Zayn –señalo al su compañero.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2014 ⏰

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OFF TO THE RACES |ZAYN MALIK| HOT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora