El Principio

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Era uno de esos días fríos de invierno, donde el palpitante sol se escondía detrás de nubes gigantescas que le impedían alumbrarnos con sus calurosos rayos, era un lunes por la mañana y era la sala de reuniones de los edificios de Arquitectos Deco, el quinto piso, donde se encontrarían los dueños de la empresa NewProyect a la que Arquitectos Deco había ofrecido su asociación, es decir, les había ofrecido inyectar el capital necesario para salvaguardar las acciones de NewProyect y al mismo tiempo, NewProyect le concedería a Arquitectos Deco la puesta en marcha de dos de los proyectos pendientes e importantes, así como los compromisos que habían afianzado con sus clientes y otros cuantos de los cuales ya se habrían establecido en muchas de las reuniones que habían sostenido durante dos largos meses, de esta manera NewProyect se convertiría en "NewProyect de Arquitectos Deco", esta alianza implicaba la inversión de más de 1 millón de dólares que no sólo rescataría la solvencia de NewProyect, sino que consolidaría una vez más la reputación de Arquitectos Deco, convirtiéndose de esta manera en la Constructora Nº 01 de la Ciudad, lo que le permitiría a su vez a Arquitectos Deco iniciar la concesión de su renombrada empresa y contar con franquicias en el interior de la ciudad.

Todo estaba listo para esta conmemorable reunión, sólo se esperaba que ambas partes, sellaran con su puño y letra el contrato y empezar la celebración. Alonso, a quien Daniela confiaba la total legalidad de sus negocios, abogado de Arquitectos Deco, concluiría una vez más con un satisfactorio negocio, él se había encargado de establecer las reglas del contrato y de esta manera protegería los intereses de Arquitectos Deco, pero éste, era uno de esos negocios en los que no sólo se encontraban los intereses financieros sino que a su vez NewProyect se estaba apoyando en la distinción que caracterizaba a Arquitectos Deco, una empresa responsable con gran trayectoria, con sustento en apoyo social y buen competidor del mercado, honesto y legible.


En el quinto piso de los edificios de Arquitectos Deco el champagne esperaba sobre un mantel blanco que cubría una mesa y las copas se veían relucientes y plácidas listas para formar parte de la Celebración, los pasillos del primer piso como de costumbre alojaban los constantes ir y venir de los trabajadores afanosos y unos que otros presurosos que iniciaban sus labores de semana, los pisos permanecían relucientes, los trabajadores de limpieza se paseaban casi sin que nadie se diese cuenta de su presencia y despejaban solapadamente las partituras que manchaban las relucientes piezas blancas que reflejaban las luces de los ambientes de trabajo.

Mientras se abrían las puertas de las oficinas se podía percibir el silencio que aguardaba por ser desplazado y la frescura del ambiente podía sentirse rápidamente.

Por las ventanas del quinto piso se podía apreciar el amanecer de la ciudad, el sol que apenas se podía divisar en instantes en que las nubes se abrían paso diminutamente entre ellas como anunciando el nuevo cambio de estación para luego volver a imponerse mesuradamente oscureciendo las calles de la ciudad.

La mañana seguía su curso y daban casi las nueve, Fernanda y Daniela salían de la oficina de Gerencia para dirigirse a la sala de reuniones y mientras caminaban Fernanda tomó por detrás los hombros de Daniela.

- Sé que tu padre estaría orgulloso de ti, lo que estás haciendo por esa empresa demuestra que saliste igualita a él. Perspicazmente y sonriente continuó.

- Claro que perderemos un poquito de nuestros intereses, porque si hubieses esperado un poco más sé que hubiéramos hecho una buena inversión comprando las acciones.

- ¿Ah sí?, no te olvides que eres tú quien siempre está detrás de mis decisiones y si en algo me parezco a papá es gracias a que tú siempre me lo recuerdas, respondió Daniela y Fernanda sonrió nuevamente.

Dame un oportunidadWhere stories live. Discover now