Capítulo único

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Un pitido le hizo ir a la cocina para sacar las galletas que había metido en el horno. En su carita de princeso se dibujó una sonrisa tras captar el delicioso aroma que éstas emanaban; al fin algo le había salido bien. Con sus guantes de cocina sacó la bandeja con cuidado del horno, viendo con sus ojitos de niño pequeño sus galletitas recién hechas. Bastaba con inhalar el aire como para saber que de verdad se había esforzado en hacerlas. Las depositó con cuidado en un plato blanco de porcelana, dejando los guantes y la bandeja en algún lugar de la amplia sala. Suspiró. Aquella vez era la primera en diez años que volvía a festejar su cumpleaños.

Ese día cumplía dieciocho añitos, aunque de verdad pareciera un chico de apenas dieciséis. Su basta cabellera castaña tapó su vista de las muchas sillas que había colocado alrededor de la mesa para que todos sus amigos cupieran.

Para prevenir el desastre de que nadie asistiera a su fiesta envió las invitaciones unas semanas antes de que de verdad cumpliera años, para que sus amigos supieran la fecha y no planearan nada ese día. Su corazón latió con rapidez cuando recordó haber invitado a su amor platónico, Park Chanyeol, quien se había vuelto uno de sus mejores amigos después de que el alto lo encontrara llorando como casi siempre lo hacía; esperaba que su fama de cry baby no hubiera arruinado su amistad con todos sus amigos.

Al ver que las galletas ya estaban un poco frías, cargó el plato hacia el centro de la mesa del comedor, aplaudiendo una y otra vez con alegría al imaginarse a todos sus amigos reunidos en esa sala.

—Ya no puedo esperar —dijo para sí mismo, mirando el reloj. Faltaba sólo una hora para que la fiesta diera su comienzo.

Prosiguió a cambiarse de ropa, ya que pensaba que el conjunto que vestía no era apropiado para la ocasión. Se decidió por un pantalón vaquero con corte recto y una camiseta rosa, ya que de verdad le encantaba el color rosa; también optó por ponerse unos calcetines multicolor, ya que eran sus favoritas. Se peinó de modo que el copete le quedara de lado, un peinado que siempre acostumbraba llevar, y sólo se puso un poco de maquillaje —sólo se delineó un poco los ojos. Para cuando ya se había dado cuenta que estaba listo, bajó al primer piso y empezó a decorar la sala y toda la planta baja con decoraciones de fiesta. Sus manos eran un poco torpes, y por eso sus manos y dedos terminaron rasguñados un poco, pero no le importó: lo único que él quería era que la casa estuviera bien, ya se preocuparía por minoridades como esas.

Cuando el sudor cubría toda su cara y la mayor parte de su cuerpo fue cuando al fin terminó de decorar, secándose su frente viendo lo que había logrado hacer; para haberlo hecho él solo, sí que le había quedado bien. Sonrió al ver la hora. Sólo faltaban treinta minutos para que la dichosa hora llegara de una buena vez.

—Listo, Baekhyun, ahora hay que esperar a tus amigos —se motivó, sacudiéndose las manos para que todo el sudor se quitara de sus delicadas manos.

Caminó hacia la sala y se sentó ahí, esperando a que el pastel llegara. Sus nervios incrementaron un poco cuando sólo faltaban quince minutos para que la fiesta comenzara, ya que se suponía que el pastel debía de haber llegado desde que faltaban treinta minutos. Su respiración se hizo errática a causa de los nervios, ya que de verdad podían llegar a afectarle en demasía, pero cualquier síntoma de éstos se esfumó cuando se escuchó el timbre de su casa y comprobó, por medio de la ventana, que se trataba del pastel.

Abrió la puerta y extendió sus manos para que el chico le diera su dichoso pastel. A duras penas pudo sacar el billete para pagarle al chico, pero cuando lo logró y se lo extendió lo único que oyó fue un 'que tenga un lindo día' por parte del chico para después entrar de nuevo en su casa y preparar los platos y las bebidas que sus amigos utilizarían; esperaba que no ensuciaran todo, ya que él odiaba hacer el aseo de su hogar.

Pity Party - ChanBaek OSWhere stories live. Discover now