" Para Ti "

Fin

" ha pasado mucho tiempo... Realmente crees que puedas encontrarla "

" No lo creo, sé que lo hare... solo... solo tengo miedo de lo que pase... y de lo que encuentre "
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Ha pasado ya un mes desde la última vez que la ví. No la encontré en esa dichosa dirección y me desesperé, revisé la hora, el lugar, TODO y simplemente no la encontré.

El día anterior sentia que la perdia y que mi corazón se iba a quebrar, la ansiedad de que llegue la hora que me indico me consumió y me arrebató el sueño.

Sentí que me hundía en un abismo al no encontrar señal alguna de ella y lo que más me dolió fue no haberle poder dicho lo feliz que me hizo pasar ese mes con ella, recordando los momentos en los que reíamos sin razón y vivíamos con alegria cada instante.

Ella simplemente desapareció...
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" Te estas dañando con esto y lo sabes. ¿ que pretendes con esto ? "

" Realmente no lo entiendes, ¿verdad? Se lo debo, esto era un favor que yo le tenía que hacer a ella y sin querer el favor me lo hiso ella a mi "
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Creo que a veces es mejor no encontrar respuestas, esta es una de esas ocasiones. Hace poco logré comunicarme con alguien, realmente pense que la encontraría esta vez...
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" Ya conseguiste una respuesta... dime ¿ estás feliz ? No, ¿verdad?, te advertí que te haría daño pero eres terca y no escuchas "

" Y tú no eres de gran ayuda, ¿lo sabias?, de todos modos... de todos modos algun día me tendría que enterar "
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Fuí demasiado estúpida como para no darme cuenta de lo obvio. Tenía todas las señales y simplemente las ignoré.

Aún no puedo creerlo, no hice nada y la culpa me come por dentro, quisiera haber entendido antes pero me cegue.

Ahora solo pienso en ese día que me hizo la petición y la culpa crece en mi interior.

Debí hacer que cada segundo cuente en vez de llenar mi cabeza de cosas que no me servían de nada, debí haberla hecho más felíz...
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" ... por qué... por qué no me dijiste..."

"...."

" Por que te tuviste que ir " en ese momento su voz se quebro, ella se quebró.

"..."

" POR QUÉ TE FUÍSTE TU, POR QUÉ TU "

Se encontraba en el suelo frente a ella, lágrimas fluian libremente por sus mejillas y el viento de la tarde lleva su pelo a su cara.

Se quedó ahí, no se percató de cuanto tiempo pasó así hasta que un trabajador de ahí le tocó el hombro con pena y con voz suave le avisó que el lugar estába a punto de cerrar.

Se retiró un rato después, con los ojos hinchados, lágrimas secas en su rostro y una sensación de vacio y culpa por el hecho de que lo único que pudo dejarle a su amiga fueron unas cuantas rosas en su tumba.

 PARA TI