Tanteando terreno.

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Esta historia se desarrolló en un convento, donde todo era normal, todas las monjas eran vírgenes, pero alguien que parecía ser mandado por el diablo llegó para ponerlo todo patas arriba.
Era un convento pequeño, administrado por el padre Manuel. Un 21 de Septiembre, una nueva monja llegó hasta él.
Padre Manuel: Hola querida, cuál es tu nombre?
Nueva monja: Me llamo Alicia, padre.
Padre Manuel: Bonito nombre...
El padre se fijó en que esta chica era diferente, vestía muy sexy y hablaba de una forma provocativa, asique no lo pensó y admitió a Alicia en su convento.
Padre Manuel: Muy bien jovencita, ahora te llamarás Sor Alicia.
Sor Alicia: Uy, como me pone ese nombre...
Sor Alicia guiñó un ojo al padre Manuel y salió del despacho. El padre Manuel tragó saliva y salió detrás.
Padre Manuel: Ahora Sor Isa vendrá para enseñarle todo, y llevarla hasta su nueva habitación.
Sor Isa: Bienvenida Sor Alicia, soy Sor Isa, será un placer mostrarle nuestro convento.
Sor Alicia: El placer es mío, bonita.
Sor Alicia seguía hablando de manera provocativa, ella siempre habla así. Sor Isa se sorprendió, y solo se limitó a llevarla por el convento hasta su habitación. Una vez allí...
Sor Isa: Bueno Sor Alicia, esta es su habitación. Está lista para recibirla.
Sor Alicia: Y tú, estás lista para recibirme?
Sor Isa no sabía que decir, estaba acojonada.
Sor Alicia: Tranquila, solo estoy bromeando.
Pasó su mano por la cara de Sor Isa en modo caricia tranquilizadora, pero Sor Isa no dejaba de estar nerviosa.
Sor Alicia empezó a acomodarse en su habitación, sacó su ropa y la colocó en el armario. Al terminar se dispuso a darse una ducha, no sabía donde se encontraban. Asique salió de la habitación y preguntó a una monja que estaba por allí.
Sor Alicia: Hola, me llamo Sor Alicia.
Monja: Bienvenida Sor Alicia, yo soy Sor Alba.
Sor alba extendió su mano para saludarla, pero Sor Alicia se lanzó a darle dos besos.
Sor Alicia: Me apetece darme una ducha, pero no sé donde se encuentran, podrías decirme donde están?
Sor Alba: Si claro, te acompaño.
Llegaron al baño...
Sor Alicia: Vaya... Son duchas conjuntas...
Sor Alba: Si, no hay duchas individuales.
Sor Alicia: Ummm... La de guarradas que se harán aquí, me gusta
Sor Alba: Perdona??
Sor Alba quedó asombrada, no sabía a que se refería. Creía que se refería a hacerse pipí en la ducha, pero Sor Alicia hablaba de sexo.
Sor Alicia: Nada nada, cosicas mías jejeje.
Sor Alba salió del baño, y Sor Alicia se dispuso a ducharse. Las duchas eran separadas simplemente por unas cortinas, parecían las duchas de una cárcel. Alicia no corrió la cortina.
Al terminar la ducha, se lió una toalla, y salió del baño. Las monjas que habían en el pasillo se quedaron estupefactas al verla así.
Sor Alicia: Qué? Nunca habeis visto a una mujer desnuda?
Sor Nati: No, no podemos ir así por el pasillo.
Sor Alicia: Venga no me jodas si os duchais juntas...
Sor Yorvia: Aquí no usamos ese vocabulario, y si, nos duchamos juntas pero corremos la cortina y nos vestimos antes de salir. No hemos visto nunca a alguien desnudo.
Sor Alicia: Creo que van a cambiar un poco las cosas aquí...
Dijo mientras seguía hacia su habitación y las miraba con cara picarona. Las demás empezaron a cuchichear.

Sor Alicia llegó a su habitación, hacía calor así que decidió quedarse desnuda, se quito la toalla y se tumbó en la cama. Entonces alguien llamó a la puerta.
Sor Alicia: Adelante!
Una monja abrió la puerta y se quedó asombrada.
Monja: Hola, so-so-soy Sor Ma-marta. Venía a s-s-s-saludarte.
Sor Marta tartamudeaba de la impresión al ver a Sor Alicia desnuda. Miraba para otro lado.
Sor Alicia: Ay que mona, soy Sor Alicia.
Se levantó, y dió un abrazo a Sor Marta, que se quedó tiesa.
Sor Marta: Bueno, te-tengo que irme.
Sor Marta salió espantada de allí.
Sor Alicia volvió a tumbarse en la cama y decidió dormir un rato.

El convento pervertido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora