Después de dormir un rato, nos dimos una ducha y salimos a comer algo a la cafeteria de la escuela. El ambiente estaba más relajado, ya no se observaba a tantos chicos por los pasillos, la respuesta: era hora del almuerzo. Al entrar a la cafeteria todo era un caos, casi podría jurar que la escuela completa estaba ahi -bueno, creo que exageré un poco-. Lo primero que vino a mi mente fué salir corriendo lo más rápido posible, y lo hubiera hecho si Allie y Beca no estuvieran prendidas cual garrapata a mis brazos.
-Chicas, será imposible conseguir un lugar para sentarnos.- dije.
-No seas impaciente- dijo Beca.
-Acaso no has escuchado aquel refrán famoso: si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma- apuntó Allie.
-El refrán no es así...lo has dicho al revés...
-Lo he dicho bien querida, sólo espera un par de minutos más y lo entenderás- respondió Allie.
Empezaba a perder la paciencia cuando de pronto un grupo de chicos se acercó a nosotras para ofrecernos su mesa con todo y almuerzo incluido, Beca y Allie en automático ocuparon las sillas y agradecieron con miradas y risitas tímidas la acción; mientras yo observaba la escena como tonta.
- Robin sientate nena, no hagas un desaire a los chicos- dijo Beca, y cual robot ocupé una de las dos sillas que quedaban libres; la verdad era que me daba pena dejar a los chicos sin lugar y además sin comida, aunque segundos más tarde me percaté que estaban encantados.
Mientras comíamos las chicas no dejaban de coquetear sutílmente a los chicos -en agradecimiento, según ellas- ; yo estuve todo el rato concentrada en los alimentos y no tanto porque tuviera mucho apetito sino porque no sabía como actuar. Por ratos me unía a sus conversaciones expresando diversos monosílabos cuando de pronto alguien ocupó la última silla vacía de nuestra mesa.
- Hola !- dijo el chico.
- Estamos comiendo Stewart !- dijeron a coro Allie y Beca.
- Llevo un rato observándolas y no esta bien que tres bellezas esten solas en un lugar atiborrado de lobos hambrientos.
- Jajaja- rieron Allie y Beca- como si tu fueras un indefenso corderito.
- Porque son así ? Saben que soy un buen chico - dijo y me guiñó un ojo, no pude evitar sorprenderme.
- No nos hagas hablar de más- le riñó Allie.
- Porque no mejor, en lugar de discutir, me presentan a su amiga.- Ambas chicas lo ignoraron olímpicamente.
- Porque no mejor te vas y nos dejas comer tranquilamente ?- dijo Beca con cara de pocos amigos.
- Bueno, si ustedes no me presentan lo haré yo... Hola de nuevo, yo soy Taylor y tu eres...?- dijo alargando su mano y mirándome fijamente a los ojos.
- Robin...- alcancé a decir y le entregué mi mano.
- No tienes idea cuanto gusto me da conocerte Robin...de verdad, no tienes la más mínima idea- dijo Taylor mientras depositaba un tierno beso en mi mano y me miraba fijamente a los ojos...de nuevo.
- Stewart, déjala en paz, ya fué suficiente- dijo Allie.
- Que caracter ! - dijo Taylor- Me voy, pero si necesitas algo, lo que sea, no dudes en acudir a mi Robin- y depositó de nuevo un beso en mi mano mientras me guiñaba (de nuevo) el ojo.
No pude evitar reirme de sus ocurrencias, aunque a kilómetros se veía que era un Don Juan que utilizaba los mismos diálogos con todas las chicas, y es que en verdad era bastante atractivo a la vista, tenía un aire desfachatado que lo hacía al mismo tiempo enigmático, y esos ojos...en verdad se necesitaba mucha fuerza de voluntad para no sucumbir ante ellos.
- Stewart no cambiará nunca- dijo Beca.
- Bueno, en esta ocasión agregó guiños y besos en la mano, esta ampliando su repertorio.-contrastó Allie.
- Siii, de verdad si no fuera tan mujeriego sería el hombre perfecto.- añadió Beca.
- Jajaja- me reí de sus comentarios.
- No te burles de él !- me riñó Beca- Sea como sea le debemos respeto, es mayor que nosotras y es el hermano de nuestra amiga Allie.... jajaja.
- Es... tu hermano ?- alcancé a decir.