El mundo de la friendzone

Prólogo

-Necesito tu ayuda, Sun.- Andrew se recargo en mi casillero haciendo un puchero. Se veía tan malditamente tierno.

-¿En qué? Si piensas que te pasaré la guía de matemáticas, olvídalo.- le advertí.

-No, no es eso.- removió su hermoso cabello negro.- Creó que Amber acaba de friendzonearme.

-Oh.- me quede callada.- ¿Por qué lo dices?

-Tal vez por qué me dijo "Eres un amigo increíble".- imitó su voz.- ¿No es así como sabes que estás en la friendzone?

-No lo sé, ¿por qué me preguntas eso a mi?- mentí, sabía perfectamente como era el hecho de descubrir que solamente te consideraba su amiga. Era exactamente lo que el me había dicho a mi.

-Bueno, lees muchos libros ¿no?- preguntó y su cara cambio a una de preocupación.- No me refería a que te hayan friendzoneado, quien lo hiciera sería un idiota, solamente que creí que sabrías, porque tú lees mucho y todo eso, y tampoco te estoy diciendo nerd o niña libro, es solo que...- empezó a decir apresuradamente y empece a reír.

-Tranquiló, Drew. Se que no te referías a eso.- seguí riendo.- ¿Para que necesitas mi ayuda?

-Se que puede ser atrevido y algo complicado, pero ¿podrías averiguar si hay alguna posibilidad de que le guste a Amber?

-No lo sé.- fruncí los labios.- No tengo una gran amistad con ella.

-Por favor, eres la única amiga que le tengo tanta confianza como para pedirle esto.- rogó, juntando sus manos. Y mi corazón sintió otra punzada.

-Está bien.- le conteste con una sonrisa falsa, pero bien actuada.- Pero con la condición de que tu seas el que haga que ella me hable primero, sabes que no soy buena empezando conversaciones.

Una inmensa sonrisa se formó en el rostro del chico.- Eres la mejor, Sun.- la abrazo por los hombros.- Es un trato, te veo después, tengo que ir a química. Gracias, nuevamente.

Y se marchó, sin saber qué con aquel abrazo había dejado a la pobre Sun con el corazón apuntó de salirse de su pecho.