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"Cuidado con las personas a tu alrededor, nada es lo que parece y las traiciones duelen más que las palabras" eso era lo último que aquel chico le había "advertido" a Kim. El pensó que diciéndole esto ella se sentiría más segura y cuando se enterara no fuera tan doloroso, ya que, según escuchó, Maia le iba a contar lo que había pasado con Cameron esa misma noche.
Sin embargo, parecía que ella no le había dado importancia. Entró en el salón de la mano de su novio y su "amiga" siguiéndola. Era imposible que ella confiara en una persona que no conocía.

-Muy bien, hola a todos. Como saben ustedes estuvieron votando para una reina y un rey del baile. - Exclamó un chico arriba del escenario. -Les pido a todos los nominados que suban al escenario... gracias. Ahora, el rey del baile es... ¡Cameron Juliard! y la reina es... ¡Kimberly Sage! - Todos aplaudieron y felicitaron a la pareja menos una persona, se notaba que Maia ardia de enojo.

Maia, siendo controlada por el enojo, caminó con paso firme hacia el presentador y le arrebató el micrófono de sus manos.

-Perdón por interrumpir su celebración, es solo que necesitaba decir unas cosas- Cameron la miró asustado deseando que no diga lo que el pensaba. -Te felicito amiga, tu como siempre triunfando, siempre quedandote con lo que me pertenece- Kim borró la sonrisa de su cara y miró confundida a su amiga. -Pero no esta vez, porque yo... -Tomó a Cameron del brazo y lo puso a su lado. - Me quedé con el chico, si, Cameron y yo nos acostamos y tu eres tan estúpida que ni siquiera te diste cuenta.

Todo el salón se quedo en silencio, Kim estaba tan dañada y avergonzada, al igual que Cameron, quien se había dado cuenta que la amaba de verdad, pero ya era demasiado tarde para disculparse.
La chica salió corriendo del salón con las lagrimas a flor de piel y él, sin que nadie lo viera, corrió detrás de ella.

-¿Te encuentras bien?.- Bien, esa había sido una pregunta estúpida. -Quiero decir, claro que no estás bien, me refería a que..

-Tranquilo, ya entendí.

-Ammh, si.

El se sentó a su lado y la miró por unos segundos.

-¿Piensas que soy una estúpida?

-¿Qué?, claro que no Kimberly. Tu eres una chica especial, en tal caso ellos son los estúpidos por dejar ir a una chica tan maravillosa como tú.

-¿Tú crees?

-No solo yo.

Ella sonrió, nunca nadie le había dicho eso, y se sintió bien, sentía que no estaba sola. No sabia quien era aquel chico, pero se sintió bien al momento que cruzó palabra con él.

Our Little SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora