AGONÍA.

7 0 0
                                    


Viví 18 años, 18 años sonriendo, 18 años centrándome en Dios y teniéndolo todo, 18 años, perdiendo el foco y cayendo en depresión; cada una peor que la anterior.

Siempre fue así, siempre un campo minado, un sendero débil sobre lava ardiendo, o quizás una selva misteriosa llena de musgos que esconden lo peor.

Así fue, todo iba bien, todo iba calmado.

Rogué a Dios por alguien a quién amar, y me escuchó un demonio con ganas de jugar.

Creía estar en mi mejor momento, un momento en el que confiaba poner todo en manos de él, de ese ser que nos "ama" tanto, analicé mi vida, me di cuenta de que mis caídas se las debía a hombres:

Padres que abandonan.

Padrastros que Lastiman.

Hermanos que insultan.

"Tíos" que violan.

Novios que juegan.

Mamás que no logran ser papás...

Noté que en todos ellos había puesto esperanzas finalmente rotas y tomé la decisión que creía mejor; Rogar por alguien a quien amar.

Quería amar, quería sentirme amada, quería vivir esas estúpidas historias que tienen todos, esas, que, aunque no duran por siempre, se quedan grabadas en la piel, quería sentir el amor de Dios en la tierra, quería sentirme protegida, pero, más que nada, quería sentirme viva.

Y llegó, irónico ¿no? Como quien pide un deseo y agita la vara.

No era guapo, no, no era aplicado, no, no era la primera opción de una persona cuerda, nunca.

Llevaba ya varios meses pensando sentir algo y negándome a la idea, meses en los que me aseguraba que nunca se fijaría en alguien como yo cuando había chicas mejores perfectamente a su disposición, meses poniendo todo en manos de Dios.

Él se acercó, nunca lo busqué aún a pesar de mis locos sentimientos, se mostró interesado en mí y yo seguía negándome. Finalmente, se declaró... Y yo acepté.

No fue mi mejor relación, ni por cerca, pero contra todo pronóstico, caí a sus pies. Pensé que era el indicado, que me amaría, que sólo era cuestión de tiempo para que saliera de sus "Problemas" y fuésemos la pareja ideas. Aguanté y sufrí mucho, cometí muchos errores, amé como nunca había amado y me cansé.

Cuando quise abrir los ojos, ya no había un punto fijo, todo daba vueltas y estaba mareada Tuve miedo de huir y quise ser fuerte, pero todo se derrumbaba a mi alrededor. No cometía errores y era juzgada, quizá mi error fue querer cambiar, creer que habría para mi algo más que ser la rata de laboratorio, la que se la pasaba encerrada mientras todos se divertían.

Esa noche, todo era nublado, no veía ni comprendía, rogué atención, rogué me escucharan, y nadie lo hizo, mis uñas repasaban mi cuerpo desnudo, y aunque la sangre brotaba, el dolor no se sentía, el alma dolía más. No podía respirar y todo se sacudía en mi mente, estaba furiosa con Dios, y sabía que no le importaba, que no era ni por poco alguien especial en sus ojos (Ni siquiera en los de él) y ya no pude más, no podía seguir siendo la ignorante, la que creía que todo era amor, la que se cegaba a una supuesta felicidad.

Casi sin notarlo revolvía el polvo con el café, al creerlo completamente disuelto, me senté en la cama, pedí perdón mientras me persignaba y lo bebí.

Ya voy hacia ti, ya es hora de que me enfrentes y viéndome me digas que tal te salió jugar así.


_____________________

Si alguien lo lee, por favor dejarme un comentario de qué les ha parecido.

Con infinito amor y locura ~~~ Fernanda (.-.)

CREACIONES NOCTURNASWhere stories live. Discover now