Han Pasado tres meses y todo va bien entre Rodrigo y Barbara. Han salido en unas citas, pero Barbara todavía no se ha abierto con Rodrigo, tiene miedo. El único hombre con el que ha tenido contacto es con su violento padre. Ella no sabe cómo comunicarse bien y siempre ha sido una chica muy callada, divertirse le da miedo. Ha manejado bien a pesar de todo.
Rodrigo: Oye, ¿puedo confesarte algo?
Barbara: Si, en confianza.
Rodrigo: Yo vengo de una familia millonaria...
Barbara: ¡¿Enserio?! ¿Porque estas estudiando en un sitio tan pobre?
Rodrigo: Era esto o seguir con mis padres que solo querían que siguiera los pasos de ellos. Mi padre es dueño de una empresa y mi madre es una actriz.
Barbara: Si yo pudiera salir de aquí yo soy capaz de venderme en la esquina.
Rodrigo: ¡No digas eso con una cara tan seria!
Barbara: Hablando Serio, ¿porque no escogiste eso y estas aquí?
Rodrigo: Yo quiero que la gente me reconozca por quien soy YO no por ser el hijo de Manuel. Toda mi vida ha sido "Mira el hijo de Manuel", ni mi propio tío sabe mi nombre. Mejor estudio y hago algo de lo mío.
Barbara: Que lindo, te admiro. Yo solo he cogido bofetadas de mi padre, me llaman "La vecinita que da pena".
Rodrigo: ¿Que?
Barbara: ¡Nada! ¡Ignora eso, Por favor!
Rodrigo: ¡¿No Puedo, estas bien?! Háblame, ¡déjame ayudarte!
Barbara: Adiós, me tengo que ir. Ya es tarde. Cuídate, nos veremos en la escuela.
Las cosas estuvieron raras entre ellos, hasta la universidad completa se dio cuenta. Ella estaba evitando a Rodrigo, aunque él gritaba por toda la universidad a ver si ella salía. Se quedaba en el portón de la escuela para cuando se hiciera la hora de salida verla. Barbara solo salía por la parte de atrás de la escuela. Él estaba tan triste, pero sabía que si esperaba ella vendría o eso él pensó...
