Amor de clases sociales

Capítulo único

Los personajes no son de mi autoría, estos pertenecen a The Snipster, creadora del webcómic: A Matter Of Life And Death

La escuela, un lugar hermoso para cualquier persona que la viera, cualquiera menos Leo que ya estaba harto de toda esa elegancia hipócrita que daba Ithis, sabia por experiencia propia que aquella belleza no era más que una fachada para aquellos estudiantes que se dedicaban a pasar la materia acostándose con todos los trabajadores del lugar.

—Estúpido lugar de mierda

—Veo que alguien se levantó de humor —Comentó Mad, un chico de piel morena, cabello blanco y ojos grises

—Que tú estés de buenas porque te puedes coger a ese profesor de cuarta no me incumbe a mi, Mad

—William tiene mucha mejor posición que tu niño bonito, Leo —Masculló con sorna el de cabellos blancos —Will tiene el dinero y la posición adecuada, Aeva tiene... Buen trasero, supongo

Des Aeva era un profesor de cocina excelente y el pago de aquella escuela le permitía mantenerse al margen, sin embargo, a diferencia de todos los que ahí se encontraban, Aeva no era de familia rica ni menos.

Las clases dieron comienzo y Leo no tardo en llevarse la atención de los nuevos ingresados, definitivamente ese día el moreno no entraría a clases... O eso pensó hasta que vio a Aeva pasar delante suyo robando la atención de aquellos que antes lo miraban.

—Maldito hijoeputa —Murmuró enojado, una de las razones por las que Mad se burlaba de Leo era Des, cualquier lugar donde el pálido pasará robaba suspiros y hacía que la presencia de Leo dejara de importar —Ya verá si se salva de mi este año —La otra era que Aeva a pesar de ser terriblemente manso no había caído ante él.

"Clases privadas" fue lo único que escuchó salir de la boca de Des en todo el día, su padre había ordenado que Des le diera clases y ahora, se encontraban ambos solos en la casa del pálido.

—Pon atención.

—A lo único que le pongo atención es a tu culo, cariño —Dijo Leo guiñándole un ojo a Des —Mira, no voy a prestarte atención a menos que te pongas un delantal.

Una cosa era sabida por Leo, Des era la persona más manipulable que se podía encontrar en su vida, y gracias a eso, las siguientes clases las recibió de un Aeva en delantal... Solo en delantal.

La actitud de Leo era por demás odiosa, pero típica en un niño nacido en cuna de oro, Des agradecía tener una infinita paciencia o de lo contrario.

Con el paso de las clases, ambos se dieron cuenta de algo, Leo no era tan insoportable como aparentaba y Des no era tan manso, pero si de una cosa debían estar seguros era que ambos disfrutaban de la compañía del otro.

—Pero nuestras posiciones no nos dejaran en paz.

—Y con esto damos el Adiós final.

Ambos saltaron desde el quinto piso del edificio donde vivía Des. Si su amor no podía ser por aquella diferencia de clases, la muerte les daría su eterno: Y vivieron felices para siempre.

Fin