Capitulo 1
Esa camareraEl Chocco coffee, abre sus puertas como todas las mañanas. Una chica rubia caminaba por la acera, una chica como esa, se esperaría que tuviera puestos tacones altos, un vestido por encima de la rodilla y una gabardina encima de este. Esta no es una rubia cualquiera, es Chyntia Abellán. No hay tacones, sino unos simples tenis rojos para vestir. El vestido que no porta es remplazado por unos simples jeans rasgados y una playera de un grupo de rock. Mientras encima lleva una chaqueta gruesa de un color escabeche.
El frío era terrible, para llegar a su trabajo en el café tenia que caminar cerca de diez cuadras. Corto el camino ¿cierto? Pero el frío infernal era una tortura. Hacia que el camino pareciera cuatro veces mas largo. Al final la chica rubia llego al café.
Se sintió aliviada al sentir el cálido aroma amargo de aquel lugar. Una de sus compañeras de trabajo la miro y le hizo una seña. Chyntia lo tomo como un "Muevete, llegas tarde" o eso le dio a entender con su mirada. Se movió rápido entre las mesas siguiendo a su compañera. Por fin entraron a la cocina.
—Chyntia, se que es tu tercer día— exclamo la chica de cabello corto —. Pero creo que ya no es necesario que te vuelva a repetir que tienes que entrar por otras. Si Ximena se entera que te deje pasar por delante nos mandan a bailar a las dos.
—Si, lo lamento Amalia— contestó Chyntia con la cabeza gacha.
Amalia, una chica de cabellos castaños y cortos hasta las mejillas, su voz solía ser calmada. Demasiado serena para el gusto de Cynthia. Amalia tenia su propio encanto. Parecía disfrutar su trabajo en el café, esto se notaba por la forma tan afable de tratar a los clientes. Solía cantar cuando servía o preparaba en café y el té. Era una lastima que en su escuela fuera una chica humillada por sus compañeros.—Anda vete a cambiar de una vez— continuo hablando Amalia mientras tomaba a Chyntia por el brazo y la arrastraba hasta un pequeño espacio donde guardaban algunas cosas que debían portar las camareras.
No era como tal uniforme. Pues sólo usaban un mandil azul. Eso si, forzado traer el cabello recogido. Se despojo de su cálida chaqueta.Se movía entre las mesas con agilidad, sonriendo y pidiendo ordenes.
Que 'Una orden de pastel de trufas' '¿Queda un poco de pastel imposible?' 'Un café negro bien cargado' 'Un expreso para la chica' 'Pastel de moras para la señora'
Iba y venia de las mesas a la cocina, dando ordenes de panecillos, cafés, tés y uno que otro chocolate caliente. Aun no era hora que pidieran ordenes como los huevos fritos, o desayunos mas completos.
Chyntia pasaba atraves de las mesas moviendo ligeramente las caderas. Para los pocos hombres que se encontraban presentes les pareció muy llamativo que una chica tan guapa y buena estuviera como una simple camarera. Se nota que no tienen idea de que la chica tiene nueve hermanos mayores los cuales no están de acuerdo con que su "pequeñita", "hermabita", "la bebé de la casa" tuviera una relación con algún chico. Lo que era el colmo era que no solo le espantaban a los chicos, ¡también a las chicas! ¿Qué? ¿Esa no te la esperabas? Pues si, si solo fuera un solo hermano quien hiciera esto tal vez no abría tanto problema. Pero los nueve, así es los nueve hermanos, eran tan celosos que solo querían a su bella hermana para si mismos. Además que la mayoría de chicas que se acercaban a la llamativa rubia casi siempre resultaba ser por puro interés. ¿Apoco creíste que Chyn era la ubica bella en la familia? Pues no. Resulta que todos sus hermanos estaban para chuparse... Digo... Este, eran muy apuestos. Pero eran unos desgraciados con las mujeres que no eran su hermanita.
En fin, creo que me estoy saliendo de tema.
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Entre Este Invierno
Novela JuvenilEl invierno era la época favorita de ambas... Tal vez fue coincidencia que se conocieran en la misma... Viviendo en una sociedad donde los estándares de belleza ya no importaban tanto... Andreé, una adorable gordita seguía acomplejada por su físico...